xxiii. rencores

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꒷꒥⭑ ⸱ ▮XXIII . . . ! ⿻ ─ ❨🕹️❩ ˚
✧。˚❪ rencores ❫ ˟╰╮.

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verónica's pov

A Iván se le salió la pierna, de nuevo. 

—¿Seguro que estás bien? —pregunté de nuevo, ayudándolo a echarse en la cama al costado de la mía. —La rodillera ayudará, pero sería mejor si te traigo hielo, o...

—Estoy bien —respondió, cortante. 

Suspiré y me senté a su lado, estiré la mano para agarrar su brazo como muestra de apoyo, pero él se alejó. 

Me mordí el labio sin saber qué hacer, los demás me estaban esperando en el lobby para irnos a una discoteca cerca, pero decidí acompañarlo hasta acá por si pasaba cualquier cosa. 

—¿Estás enojado conmigo? —cuestioné, no me gustaba nada esa situación—¿Hice algo malo? ¿Algo que te molestó? Porque en serio sea qué sea, no lo hice con intención. 

Él no respondió y yo estaba al borde del llanto, sintiendo como mi visión se hacía más borrosa con cada pestañada que daba. 

—Iván, por favor, eres como mi hermano, sé que tal vez suene egocéntrico o no sé, pero esperé... algo. Creo que lo hice bien hoy, pero no me has hablado desde que nos fuimos, no como sueles hacerlo. 

No hubo respuesta de nuevo, en cambio, se cubrió con su cobija e hizo una mueca de dolor al intentar mover la rodilla. 

Me puse de pie al instante y corrí hacia el mini refrigerador, saqué una gaseosa helada y se la tendí tímidamente, no sabía si me ignoraría de nuevo. 

—Dale, Iván, te ayudará con el dolor. 

Él bufó molesto, se volteó, me miró por dos segundos, agarró la botella y se la colocó en la rodilla. 

—Gracias —murmuró. 

—¿Te ayudo a ponerte algo más cómodo? —pregunté, un poco más animada y acercándome a su maleta para abrirla—, ¿Trajiste tu remera liviana? Ahm... ya la encontré. 

Saqué la prenda de sus cosas y caminé de vuelta hacia él. 

—Levanta los brazos, niño —me burlé. 

—No necesito tu ayuda —respondió, con las mejillas abochornadas. 

Me reí de su sonrojo y lo golpeé levemente con mi codo. 

—¿En serio te avergüenzas? Iván, te he cambiado cuando estás ebrio, el primer día que nos conocimos apareciste sin camisa para abrirme la puerta cuando me mudé, no hay nada que-

—¿A tu novio no le molestará?

Dejé de hablar, hasta de respirar por unos segundos, al oír su pregunta; levanté mis cejas para mirarlo sorprendida. 

—¿Es eso? ¿Piensas que las cosas cambiarán por Alex? 

Iván no respondió, solo siguió mirando su rodilla mientras se la frotaba con el refresco. 

Nunca había tenido problemas con él respecto a los novios, cuando empecé a vivir con Iván, yo ya era novia de Carlos —aunque estábamos en un break— y no tuvo ningún inconveniente, incluso me dijo que podía quedarse en el apartamento. 

Pero cuando terminamos, las reglas cambiaron un poco ya que mi yo ebria y despechada intentó llevar a un chico que conocí en un boliche e Iván lo botó a patadas amenazándolo con que yo era menor de edad. Lo que era falso, pero jamás vi a nadie correr como ese chico huyendo. 

—Pensé que te caía bien —murmuré, sentándome a su lado. 

—Es buen tipo. 

—¿Entonces? —dejó de hablar, volteé mi rostro al suyo para llamar su atención—, ¿Cuál es el problema? 

Ni una sola palabra salió de su boca, pero yo no me daría por vencida. 

—Si es sobre las reglas del apartamento, entiendo si no se puede quedar con nosotros cuando vaya a Argentina y prometo avisarte si yo me iré a Los Ángeles. 

Iván me miró al instante. 

—¿Te mudarás con él?

—¡¿Qué?! —me sobresalté, sintiendo el calor subir a mis mejillas y mi corazón acelerándose. —No, no, quiero decir... puede que sea una posibilidad pero una muy muy muuuy lejana; me refería a las visitas que le haré, sé que me quieres como si fuéramos familia y creo que es correcto avisarte, como en las reglas de la casa. 

—Me importa una poronga las reglas de la casa. 

—¿Entonces?

Iván tomó aire, me volteó a ver pero cuando estuvo a punto de hablar, la puerta del dormitorio se abrió, Carrera se asomó por el umbral y prendió la luz, nos miró y levantó sus cejas. 

—Ehhh, ya nos vamos a ir, quieren saber si irán o no. 

—Tengo la rodilla echa pija —responde Iván, volviendo a echarse y cubriéndose con la colcha. 

—¿Verónica?

—Yo... —pensé por un rato, no sabía si era correcto dejarlo solo con su fractura—, ¿estarás bien solo?

—Sí —respondió por debajo. 

—Sabes que me quedaría, pero-

—Sí, sí, tienes que pasar tiempo con tu novio. 

—No somos novios. 

—Sabes lo que quiero decir, García. 

Me quedé inmóvil, él jamás me había llamado por mi apellido porque sabía que no me gustaba por lo genérico que era y porque en realidad no era el de mi padre, sino el que me pusieron en el orfanato, igual que al de cientos de niños abandonados en una estación de bomberos. 

La única razón por la que salí de ahí fue por mis notas y por la caridad de una señora que me dio la laptop con la que empecé a stremear. 

Sentí mi cuerpo ponerse duro y toda la paciencia que tuve con Iván se desvaneció, me puse de pie. 

—Bien, como quieras —dije, ni siquiera reconocí la brusquedad de mi voz. 

Pasé por el lado de Carrera, empujándolo levemente con el hombro. 

Empecé a caminar con la respiración entrecortada y los ojos aguados hacia el ascensor, intentando inhalar y exhalar correctamente. 

Pero en cuanto presioné el botón y las puertas se abrieron, me encontré con los ojos avellanas de Alexis detrás. 

—Solo quería saber si estabas bien—dijo y sentí mi mundo derrumbarse. 

Él me trajo hacia su pecho, en donde lloré sin poder reprimirme, cuestionándome qué hice mal y si alguna vez todo volvería a ser lo mismo. 

.

.

.

Uhhh, dramitaaa, ¿Cómo se encuentran el día de hooy?:D

Probablemente traiga otro capítulo por las ocho (hora Perú) como lo hago normalmente, gracias por sus votos y comentarios, los aprecio mucho<3

No olviden seguirme, aviso ahí cuando publicareee

Lxs ama, Mac<3

Con amor, Quackity━━━━ a. quackity ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora