Con amor, Quackity━━━━ a. quackity ✓

xxx. lluvia

꒷꒥⭑ ⸱ ▮XXX . . . ! ⿻ ─ ❨🕹️❩ ˚
✧｡˚❪ lluvia ❫ ˟╰╮.

spreen's pov. 

Mis cortinas estaban corridas, pero la ventana cerrada, donde vi como pequeñas gotas chocaban contra el vidrio y corrían hacia abajo; en días como estos dan ganas de quedarse en la cama todo el día. 

Cerré los ojos intentando dormir de nuevo al oír las voces provenientes de la sala. 

Reconocí ambas: Verónica y Carrera. 

Eran las siete de la noche según el reloj digital sobre mi buró, me levanté a las doce en realidad pero me obligué a dormir por cobardía al oír como hablaban de mi. 

—Tiene resaca— dijo Verónica—, tal vez no recuerde nada de lo que pasó. 

—¿Hablamos del mismo Iván? Seguro que recuerda hasta qué tomó. 

Lastimosamente, tenía razón. 

Me senté sobre el borde de mi cama y suspiré, ocultando mi rostro en mis manos por un segundo para luego pasármelas hacia el cabello. 

Tenía ganas de cagar a piñas al Iván de ayer por estar re caliente. 

No me molesté en ponerme mis zapatos y abrí la puerta de mi habitación, entonces las voces cesaron, caminé hasta la cocina para tomar un vaso de agua. 

—No, no, Rodrigo... —escuché murmullos—, ¡ven acá! 

—Ya me voy —oí despedirse a Carrera—, ¡Suerte con la resaca, Iván! 

—Gracias —respondí y sentí pesadez en mi garganta, la tenía seca. 

Tomé otro vaso de agua al momento en el que oí la puerta cerrarse. 

Jamás había sentido incomodidad al estar solo en el apartamento con Verónica, no era la primera vez que lo estábamos. 

Recuerdo que antes solía molestarla diciendo que eso manchaba su implacable reputación, y ella aseguraba que yo nunca haría algo que ella no quisiera, que me conocía lo suficiente como para saberlo. 

Si supiera las veces que me dieron ganas de besarla solo para callarla, solo que ayer lo hice, y ahí estaba el problema. 

—¿Verónica? —la llamé. 

Ella no respondió por un minuto y odie tener la incomodidad carcomiéndome el pecho. 

—¿Puedes venir a la cocina? —insistí. 

Oí unos pasos acercarse hasta donde yo estaba, miré por encima de mi hombro y vi su pequeña figura en el umbral. 

Por el rostro que traía sabía que esto no terminaría bien, al menos no para mí.