Con amor, Quackity━━━━ a. quackity ✓

xix. Rodrigo

(psdt. no sé los nombres de los hermanos de Quackity ya que sabemos como comunidad que es reservado, los nombres que uso son aleatorios)

꒷꒥⭑ ⸱ ▮XIX . . . ! ⿻ ─ ❨🕹️❩ ˚
✧｡˚❪ rodrigo ❫ ˟╰╮.

quackity's pov

—Wooow —oí hablar a mi hermano, mientras miraba todo asombrado y caminábamos por el aeropuerto—, debo acompañarte más a tus viajes, hermanito. 

Bufé y rogué a todos los santos del cielo para que eso no sea necesario. 

—No, por favor, no. 

—Ay, Alexis —murmura, colocando su brazo sobre mi cabeza—, cuando eras un escuincle me perseguías a todos lados, ahora me toca a mi. 

—Mamá dijo que no hagas eso —me quejé, sintiéndome como un niño de diez años nuevamente y empujándolo para que no se apoyara sobre mi. 

—Mimi diji qui ni higis isi —imitó burlándose—, mamá también me dijo que me asegure que duermas más tardar a las once, que no tomes alcohol ni pruebes mariguana, y, claro, decirle cómo es la tal Verónica. 

Sentí mis mejillas sonrojándose y suspiré. En mi familia son muy metiches, y para conseguir el permiso para venir a La Velada, tuve que darle una buena razón a mamá. 

No tenía otra opción. 

—Solo... —murmuré, mirando a todos lados en el central del aeropuerto, normalmente para estos eventos todos llegaban a la vez y tenía la esperanza de que ella estuviera aquí—, compórtate. 

—¿Dudas de mí?

—Te tiraste a la alberca desnudo en mi primera fiesta de cumpleaños, frente a la chica que me gustaba —recordé con asco. 

—Que buenos tiempos —susurró con aire nostálgico antes de caminar por su cuenta—, iré por las maletas, ¿vienes?

—No —respondí, oyendo a un grupo de personas corear mi nombre detrás de una valla de metal. El orgullo empezó a sumergir de mi pecho—, iré a ver a mi comunidad.  

Él no me dijo nada más y empezó a irse, yo saqué el bolígrafo que traigo siempre en el bolsillo y me dispuse a acercarme. 

verónica's pov

—Que puto calor. 

—Creo que me están sudando los huevos. 

—A ver. 

—No digas pelotudeces, Oscu —dijo Iván, cargando una de mis mochilas sobre su hombro—, mira, Verónica María ya se puso roja. 

—Cállate —dije, empujándolo. 

—Eu, claro, si ya no se sonroja ¿no? —preguntó Oscu, sonriendo perverso—, ni cuando hablamos de sexo. 

El calor empezó a subir a mi rostro sin poder evitarlo. 

—O de mamadas —continuo Carrera. 

—O de lo que pasó la otra noche en el boliche cuando... 

—Idiotas —insulté, empezando a caminar hacia el check out de las maletas, y dejándolos atrás riéndose de mi, miré mi ticket refunfuñando—, sin vergüenzas, pelotudos, imbéciles, indis-

—Nunca había oído tantos insultos seguidos —dijo una voz desconocida a mi lado—, bueno, no unos que no empiecen con Chinga tu...

Solté una pequeña risa y levanté la mirada, era un chico alto, de cabello corto rubio cenizo con mechas; traía un gorro de un equipo de fútbol puesto al revés,  estaba apoyado sobre el mostrador y ahora un tanto inclinado hacia mi. 

—¿Te conozco? —pregunté, sus ojos se me hacían parecidos de algún lado y ese lunar... —, siento que te he visto. 

—Oh, lo dudo mucho, rubia —dijo, agarrando lo que supongo que será su maleta—, yo te recordaría, tienes unos ojos verdes que no podría olvidar. 

Alcé una ceja, parecía una especie de coqueteo pasivo-agresivo y muy mediocre. 

—Sí, supongo que yo no —respondí, frunciendo los labios, no podía dejar de mirarlo, era como si mi mente estuviera hurgando en mis recuerdos. 

Odiaba la sensación de que algo se me estaba pasando. 

—¿No me dirás tu nombre, entonces? —dice, intentando acercarse más, pero yo doy un paso hacia atrás—, digo, namas para conocernos. 

—No lo creo. 

—Bueno, yo sí te doy el mío, soy Rodrigo —extiende su mano hacia mí, lo miro con desconfianza. 

—El mío Iván —oigo una voz a mis espaldas. 

Genial, ahora me siento una nena pequeña con sus hermanos sobreprotectores. 

—Yo me llamo Nicolás —dice Oscu con una voz agria y dura, estrechándole la mano, por la cara que pone Rodrigo supongo que le apretó muy fuerte. 

—Ya, suéltalo —murmuro, tirándole del brazo. 

—Yo también me llamo Rodrigo —dice Carrera, sonriendo. 

—Vaya, no quise molestar a tu novio y sus amigos —me dice Rodrigo, mirándome directamente a los ojos. 

—Ninguno es mi novio —respondo, enojada—, solo son unos imbéciles, hijos de sus madres. 

—¡Rodrigo! —escucho una voz a unos metros. 

Mierda. Mierda. Mierda. 

Tomo a Oscu del brazo y lo pongo delante mío para que no me vea, al parecer mi plan funciona muy bien. Mi amigo es alto, aunque no lo parezca, y con la chaqueta tan gruesa que trae, parece más robusto de lo normal, así que Alexis solo lo ve a él y a Carrera, que está a su lado. Iván y yo pasamos desapercibidos.

—Te dije que no hagas pendejadas —oigo decir a Quackity, muevo un poco la manca de Oscu para verlo, él le da un golpe en el hombro a Rodrigo—, ya te han vetado de tres aeropuertos por eso. 

—Yo no hice nada, hermanito —dice Rodrigo. ¿hermanito? —, solo estaba hablando con una chica y vinieron estos. 

Veo como Iván aprieta los puños al oír estos, me apresuro a atrapar su brazo antes de que empiece a caminar. 

—¿A quién? —pregunta Alexis. 

—A una morrita, rubia con pecas —trago saliva y, antes de poder salir corriendo, Rodrigo me señala revelando mi escondite—, no me ha querido decir su nombre. 

Entonces veo como el rostro de él palidece al verme. Me pongo recta y agito un poco la mano para saludar. 

—Verónica... —susurra. 

—Hola, Alex. 

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Holaaaa, solo quiero decir que amo mucho sus comentarios, creo que es lo que más aprecio de la historia jajaskd. 

En especial a AleCmrs y yunjj9 que es a quienes veo más en mi bandeja, mil gracias por su apoyo<3

Me emociona mucho ver cómo la historia va creciendo de a poquito, ya somos más de mil lecturas, ¿ustedes cómo encontraron este pedacito de libro?

Lxs amo, Mac<3