Un amor como el fuego, ardiente pero destinado a extinguirse.
Dejo de ser la belleza de circasia a ser la sultana más poderosa.
Aquella que hizo a todos temblar y pedir perdón de rodillas.
Para el sultán Gaia era " una joya en el palacio"
Y para otr...
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Días pasaron y Süleyman enviaba todo tipo de regalos a Nükhet, incluso se realizó una fiesta en honor a su embarazo y la joven jamás se presentó, Mahidevran había sido regañada al igual que Hatice pero Nükhet seguía exigiendo un castigo, cosa que jamás pasó.
-Estúpido anciano -susurro para si misma -Esto le costará caro -siguió arrullando a Iskender, su enfado solo había aumentado al ver a Mahidevran pasearse por el harén con una sonrisa burlona.
-Habrá otra fiesta... - Nurhan pauso, Nükhet la ignoro y siguió murmurando con enfado.
-No me hables de eso, no iré a ninguna estúpida fiesta, y saca esos baúles de aquí, no quiero nada de él.
-Te meterás en problemas.
-Insultaron a mi hijo - Nurhan la miro -Merecen morir por eso, un simple regaño no es nada - la mayor suspiro y ordenó a los aghas sacar todo.
-Bien, traeré tu comida... - Nükhet asintió y siguió mirando a su pequeño, su cabello rubio casi blanco lo hacía lucir como un ángel.
-Eres tan hermoso Iskender, crece bien para que mamá te de el trono -susurro bajo -Te daré todo lo juro.
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