¿Que Le Sucedió A Reike?

07: Séptimo arte.

Ruelle - Secrets and lies.

-No puedes abandonarme y después regresar como nada, eso no se hace -solté conteniendo la respiración, el señor bigotes me vio con su típica mirada como si supiera hasta mi secreto más insignificante.

No me contuve más y lo cargué entre mis brazos, sintiéndolo más pesado que la última vez que lo había visto. Camino con el en brazos hasta el interior de la casa, con el gato y mi foto del amanecer en manos.

-Seguramente tienes a otra familia, gato infiel -comente, como si el animal fuera capaz de entenderme.

Después de mimarlo durante algunos segundos, lo solté dispuesta a vestirme para comenzar el día. Me dirijo al baño para preparar mi piel, para el día soleado que hace en Roskeby Hill; hoy después de interminables días grises, el sol se dignó salir. Sospecho que no durará mucho, así que me propongo a disfrutar de la cálida de la luz todo lo que pueda.

Cepillo mi cabello en un moño sombrío, y como me gusta brillar aún en los peores momentos decido usar perlas -falsas, Eliza ni loca permitiría que llevara perlas reales a la escuela- como pendientes, junto a un collar del mismo material con una B que queda colgado justamente en el medio de la clavícula.

Compré el collar en una subasta de Ebay, le dije a Eliza que me había gustado por la B de Brown, pero en realidad me gusta porque se parece al collar de Ana Bolena, la segunda esposa de Enrique Turdo. La ropa termina siendo lo de menos al final, todo se me mira bien, por lo que solo me tengo que preocupar por arma un buen conjunto con todo lo que tengo a la mano.

Verme bonita me ayuda a sobrellevar las cosas, tarda tres horas maquillándome me hace plantearme si es muy necesario llorar y desperdiciar un maquillaje que me llevo mucho tiempo hacerme. No soy tan sofisticada como Eliza que todo el tiempo se ve elegante, ella luce como una mujer poderosa de negocios que no teme perder, en cambio yo parezco salida de una pasarela de Versace.

Verme maravillosa me ayuda a sobrellevar mis penas, me gusta parecer alguien que no tiene preocupaciones o un problema sin arreglar, porque de esos tengo muchos.

Cuando finalmente estoy lista, bajó al comedor a desayunar; Malcolm y Eliza ya se encuentran ahí desayunando mientras conversan.

-Buenos días -salude, sentándome en mi lugar habitual a la vez en que ellos me responden mi saludo.

Pocas veces usamos el comedor, antes era mucho más grande, capaz de sentar a un ejército a comer, pero con el tiempo dejamos de recibir visitas de familiares así que Eliza se deshizo de él y en su lugar colocó uno pequeño de seis sillas.

La ama de llaves en seguida trajo mi desayuno, el cual me dispuse a comer en tiempo récord ya que si no me doy prisa llegó tarde a la escuela. No me emociona ir a la escuela y menos en estos momentos donde todos tienen sus ojos puestos en mí por algo tan grave como lo que le sucedió a Mareike, pero estoy ansiosa por asistir y confrontar a Dante.

Y también para ver a Erick.

Los dos sabemos que las cosas ya no serán iguales, que probablemente después de terminar nuestro último año de instituto, ninguno de los dos nos volvamos a ver, pero mientras duré estaremos juntos hasta que uno de los dos ya no lo quiera más.

-Ve por tus cosas, te llevaré yo a la escuela -comentó Eliza, levantándose de la mesa.

Acto seguido, tomé lo necesario para la escuela y también un abrigo del armario, para después subir al auto de Eliza que ya se encontraba listo. Eliza se demoró al menos cinco minutos en subir, ella está tan radiante como siempre aún cuando se fue a dormir cerca de la media noche.