EXTRA|| LA HISTORIA DE LA HEROÍNA.

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Mareike white estaba insatisfecha, empezando porque ya no podía fingir más; estaba arruinada, siempre lo había estado. Había nacido mancillada, con el sello de una infidelidad sobre su cabeza y con el peso de los errores de sus padres sobre ella. 

—Quiero matarte en verdad quiero hacerlo —afirmó la mujer frente a ella, mientras le pasaba un cuchillo sobre el cuello —Pero te pareces demasiado a mí, eso es un halago —siguió hablando ejerciendo más fuerza sobre el cuchillo, no la suficiente para matarla en ese instante, pero si para hacerle un leve corte —debí matarte hace años, cuando eras todavía un bebé. 

La mujer gruño molesta, para después mirarla con odio, un segundo después la dejo sola. Mareike tenía muchas preguntas por hacer, pero cada siete horas un hombre entraba a la habitación para inyectarle algo junto a la insulina que necesitaba para vivir. 

No recuerda muy bien cómo llegó, tiene vagos recuerdos de la noche en que despertó en una habitación identificar a la suya, algo que siempre la había identificado era su buena memoria; los doctores le habían dicho algo sobre tener memoria eidética y de lo afortunada que era, así que le era casi imposible olvidar hasta el más mínimo detalle así que ella recordaba toda su vida demasiado bien, excepto los últimos días en los que tiene la sospecha y la seguridad de que ha sido drogada. 

Frente a ella había un gran espejo que la mujer de nombre desconocido había colocado mientras la vestía a su antojo, la había peinado y maquillado cuidadosamente hasta dejarla como una muñeca. Mareike no se reconocía,  no había cambiado nada en ella, pero aún así, le era imposible identificarse con lo que miraba en el espejo frente a ella. 

Sus ojos cada día estaban más hundidos y sus labios más secos, no quería pensar en lo peor, pero, lo peor ya le estaba pasando y por más que intentara ser la heroína de si historia, más bien todo apuntaba a que terminaria siendo la chica que desaparece y nunca nadie vuelve a saber de ella. 

Probablemente las personas se cansarán de buscarla y su caso quedará en el olvido, tal como había pasado hace algún tiempo con una chica de su clase, lo mismo pasaría con ella.  Probablemente su madre no descansará hasta encontrarla, pero, fuera de ella a nadie más le importaría lo suficiente para pasa toda su vida intentando encontrar una respuesta de lo que le había sucedido. 

Mareike white no le importaba a nadie, las personas fingían adorarla, pero ella sabía que todo eso era una vil farsa; un acuerdo silencioso. Las personas de Roskeby Hill solo odiaban a los Wolf, Mareike tenía la sospecha de que siempre había sido así y solo estaban esperando un motivo para atacar. La amaban a ella, solo porque odiaban a la familia Wolf. 

Pese a que se considera inteligente, había muchas cosas que aún no lograba entender y una de esas era la razón por la que aún continuaban ahí, a pesar del escándalo en que había nacido, su madre jamás había tenido la intención de marcharse o algo parecido. 

Mareike más de una vez había tenido la intención de irse, claramente, ni una sola vez tuvo éxito. Mató a su cuerpo de hambre, asistió a las mejores fiestas y espero pacientemente a que un beso verdadero la salvará de su agonía silenciosa; esperó un príncipe de armadura dorada que jamás llegó.  

Ella era la heroína, la protagonista y, sin embargo, toda su vida se había sentido como un personaje de relleno; uno creado para llenar un vacío. Hacía mucho tiempo que no sabía si le gustaba la adrenalina de hacer algo peligroso,  o solo se ponía en riesgo para morir de una forma memorable. 

¿Las personas seguirán considerándola valiente si supieran la razón detrás de sus acciones? Fue un completo milagro cuando montó aquel caballo sentada de espaldas y con las manos atadas, ella nunca antes se había subido a un caballo, de hecho le aterrorizaban, pero había visto aquello en una película y no dudo ni un segundo en querer intentarlo.  

¿Que Le Sucedió A Reike?Where stories live. Discover now