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El día aparentaba ir de maravilla para una joven determinada, optimista y alegre castaña de ojos color chocolate, su racha en la pista había sido bastante buena en toda la temporada.

Ella se encontraba a unos metros de cruzar la meta y conseguir otra victoria en la copa pistón, todo parecía ir viento en popa, pero había un detalle, un elegante auto color obsidiana con franjas azul eléctrico a sus costados le estaba pisando los talones.

La carrera estaba muy reñida para ciertos competidores con los números 51 y 20, todos los espectadores tenían los nervios de punta, los ojos bien puestos en ellos y los vitoreos de sus fans ahogaban cualquier otro ruido. Finalmente en menos de lo que se esperaba se ondeo la bandera de cuadros para señalar el final de la carrera y al glorioso ganador.

Cruz regresaba a Boxes muy decepcionada de si misma, Storm logró ganarle por unos milímetros y el foto finish lo confirmaba.

Ella estacionó, se quitó el casco y suspiró pesadamente, luego de unos minutos se bajó del auto, su equipo la vio decaída y comenzó a darle palabras de aliento para animarla.

Su jefe de mecánicos al verla se preocupó bastante, nunca la había visto de esa forma por una carrera, además no era la primera vez que ella quedaba en segundo u otro lugar. Algo más la estaba molestando, pero, ¿qué era?.

-Cruz, ¿está todo bien?. -Preguntó con un tono de preocupación McQueen.

La chica salió de sus pensamientos, le dio una sonrisa forzada y respondió. -¡Oh, si!. Je, je, todo bien. -Luego comenzó a caminar, estaba apuntó de salir por la puerta trasera cuando su mentor llamó su atención.

-¡Hey!, ¡ánimo!, el próximo año es nuestro, haremos una mejor estrategia y practicaremos más. Recuerda que solo es una copa vacía.

-¡Cierto!. Gracias Sr. McQueen, ahora me retiro al remolque a descansar.

-¡Espera!, entonces, ¿no dejarás que te entrevisten?.

-No me siento muy bien.

McQueen se limitó a darle una sonrisa comprensiva. -Entiendo, ve a descansar, yo me encargo.

Ella le dio otra sonrisa forzada y salió del lugar.

Sally vio la escena y se acercó a su amado, lo abrazo por la espalda y preguntó en forma curiosa. -¿Qué sucede letritas?.

-Exactamente no lo sé, pero puedo notar que algo la esta molestando y no es por perder el campeonato. No es nada usual ese comportamiento, ella siempre ve el lado positivo de una derrota.

-¿Quieres que hable con ella?.

-No creo que quiera.

-En ocasiones es mejor hablar entre chicas, además, no te ofendas amor, pero a veces no tienes tacto en algunas cosas. -Al decir eso último Sally se rio.

-¡Oye!. -Refunfuño McQueen, luego abrió los ojos en forma de asombro. -¡Espera!, ¿podría ser?, ¿tu sabes?, ¿Su período?.

Sally rodó los ojos. -Amor, no siempre es eso. Hablaré con ella.

-Gracias cariño. -McQueen depósito un beso en la mejilla de su novia y se fue a resolver otros pendientes.

Cruz estaba en el remolque, se encontraba acostada en un sillón con los brazos en su rostro, escuchó entrar a alguien y echo un bufido de molestia.

-Hola, ¿todo bien?.

Ella se levantó de golpe al escuchar una voz femenina muy familiar.

-¿Te mandó el Sr. McQueen?. Ya le he dicho que estoy bien.

RivalesWhere stories live. Discover now