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Era de noche y un alegre Mate conducía por la calle, en compañía de sus amigos McQueen y Cruz. Ambos hombres habían decidido llevar a la chica a una aventura simplemente para pasar el rato y divertirse.

-¿Por qué tengo que acompañarlos?. -Preguntó Cruz bostezando, ella tenía sueño, pero fue arrastrada a esa actividad contra su voluntad.

-Dijiste que querías conocer a Frank, además será un buen entrenamiento, ya lo verás. -Mencionó McQueen con una sonrisa.

-¿Frank es entrenador?. -Preguntó con curiosidad la chica.

-¡Oh, sí, debiste ver cómo hizo correr a Rayo la primera vez que lo vio, su nombre le quedó como anillo al dedo. -Comenzó a carcajearse.

-Era obvio que debía correr, y eso no hubiese pasado si tú...

-Vas a arruinar la sorpresa. -Se rió Mate, interrumpiéndolo con una sonrisa traviesa.

Ellos seguían inmersos en su plática, Cruz dejó de prestar atención y miró hacia la ventana, notando unas luces en donde se supone no debería haber.

-Chicos, ¿es normal que haya luces en el desierto?.

-¡Ahhh, la luz fantasma!. -Gritó Mate y aceleró.

-¡Mate, detente!, ¡Nos vas a matar!, ¡Frena, frena!. -Gritó preocupado el ojiazul.

El chico de ojos verdes frenó de golpe, haciendo que Cruz se fuera de bruces sobre el tablero del coche y que McQueen se agarrara de lo que pueda.

-¡Ouch!, espero que no me salga un chichón. -Mencionó la chica mientras se sobaba la frente.

-Lo siento. -Se disculpó Mate, preocupado.

McQueen vio las luces que mencionaba la chica y escuchó música. Los tres bajaron del auto y comenzaron a caminar para ver de qué se trataba.

-¿Qué hacen esos coches y esa gente aquí?. -Preguntó curioso Mate. -¿Acaso es una fiesta?. Que mal, no vine preparado.

-No es una fiesta, son carreras de aceleración. -Mencionó McQueen.

-En mi país se les dice arrancones, una vez mi primo me llevó a uno, son entretenidos. -Añadió Cruz.

-Esta carrera debe de ser clandestina. Vengan, vayamos a investigar.

-¿Crees que sea buena idea?. -Preguntó Cruz.

-Nos mezclaremos con el resto de la gente, nadie nos notará. -Respondió con confianza.

Parecía una fiesta, había música, mucha gente disfrutando y tomando, además de una pequeña exhibición de coches modificados.

Cruz observaba el panorama con curiosidad, de pronto su semblante cambió a uno de sorpresa al reconocer a alguien entre la multitud.

-¡Sr. McQueen, es el novato que vi aquel día!. -Mencionó en tono de molestia.

-Es Samir Johnson. -Añadió el rubio. -Está remplazando a Ryan Laney desde mediados de agosto.

De pronto alguien los reconoció.

-¡Hey, pero qué tenemos aquí!, son mis pupilos fango apestoso y limonada. -Dijo en forma de broma, soltando una carcajada.

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