10

159 9 4
                                    

Había llegado el día de la final y Cruz se encontraba un poco ansiosa.

Fue al baño para lavarse los dientes y, al verse reflejada en el espejo, se sorprendió de lo tensa que se veía. Cualquiera diría que era ella la que iba a competir. La castaña no pudo evitar reírse y se dijo a sí misma.

-Tranquila, todo saldrá bien.

Luego de eso, optó por darse una ducha de agua caliente para relajarse. Al salir, se sentía mucho más tranquila. Se sentó en la cama y tomó su móvil, esperando ver si Storm había respondido a alguno de sus mensajes.

-Nada, supongo que está muy ocupado.

Justo antes de dejar el móvil a un lado, este comenzó a sonar. Observó que la llamada era de un número desconocido, al principio dudo en responder, pero luego la curiosidad le ganó.

-Hola.

-Cruz, soy Reverham. ¿Jackson está contigo?. -La voz de Ray denotaba preocupación.

-No.

-¡Maldición!. -Se escuchó por el otra lado de línea.

Esa pequeña palabra le preocupo.

-Sr. Reverham ¿Sucede algo?.

-Si, Jackson aún no ha llegado y no responde a las llamadas. No suele ser impuntual a menos que... -Ray dudó un momento antes de continuar. -Bueno, que hayan dormido juntos. -Enfatizó la última frase.

Cruz se sonrojó y no supo qué responder, entendiendo claramente a lo que se refería.

-Lo siento, pero es el único modo en que se atrasaría. Ya ha pasado antes. Bueno, gracias Cruz, lamento molestarte.

-Espere, podría ir a su departamento y ver si...

-No, sería una pérdida de tiempo. Mandé a Gale y me dijo que tampoco responde.

¡Otra vez no!. Pensó Cruz, alarmada.

-Sr. Reverham, voy para allá. -Y colgó.

~§~

Ray miró su reloj y maldijo en voz baja.

-¿Dónde diablos está?.

Estaba realmente preocupado. A pesar de que el chico a veces se comportaba como un completo idiota, aún lo apreciaba bastante. Se pasó la mano por su cabello y luego lo sacudió para despejar sus pensamientos, estaba seguro de que ese tonto aparecería en algún momento. De repente, algo llamó su atención. Era Cruz, que se acercaba apresuradamente.


-Sr. Reverham, ¿sabe algo de él?. -Preguntó Cruz, intentando recobrar el aliento después de haber corrido para llegar más rápido junto a Ray.

-No.

-¿Cree que haya sido otra vez Samir?.

Ray suspiró, cerró los ojos y se masajeó el puente de la nariz.

-Quizás, pero no disponemos de evidencia que lo confirme. -Luego miró a ver su reloj y agregó. -Si en media hora no llega, nos retiramos.

RivalesWhere stories live. Discover now