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Era un nuevo día y una pareja disfrutaba de su cercanía, mientras dormían plácidamente abrazados. De repente, un golpeteo en la puerta perturbó su paz y armonía. Cruz hizo caso omiso y se acurrucó más entre las sábanas, mientras que Storm refunfuñó por la insistencia en la puerta. Se puso el pantalón, caminó somnoliento hacia la puerta y la abrió solo para encontrarse con McQueen. Levantó una ceja y preguntó incrédulo.

-¿Qué quieres?.

-No voy a preguntar que haces aquí. -Comentó un poco disgustado, la situación era muy obvia.

Storm olvidó que no estaba en su habitación.

-¿Está despierta?, necesito hablar con ella.

-Sigue durmiendo.

-Dile que me busque cuando despierte. -Se volteó y comenzó a caminar hasta que Storm llamó su atención.

-Oye...

El rubio volteó con pesadez, esperando alguna tontería por parte del contrario.

-Gracias.

McQueen se sorprendió, ¿Storm agradeciéndole?, ¡vaya!. Decidió saciar su curiosidad y preguntó.

-¿Por qué me agradeces?.

-Por contarle a Cruz lo del hospital.

-Sólo le dije la verdad.

-Ojalá Ray fuese más sincero.

Al parecer Storm quería hablar y él escuchar. Y de nuevo preguntó.

-¿Por qué lo dices?.

-El día del percance me engaño, me dijo que ella seguía en la carrera, si hubiera sabido que estaba en el accidente yo...

-Te hubieras detenido a ayudarla, perdiendo así la carrera.

McQueen terminó la frase y Storm sólo se le quedó viendo, luego continuó hablando.

-Todos los días fui al hospital con la esperanza de verla, pero estabas tú y no insistí porque... No puedo involucrarme en polémica, eso afectaría la imagen de IGNTR. Después de lo que hice, me dieron otra oportunidad, confiaron de nuevo en mí, y se los debo. Estuve buscando la manera de verla hasta que llegué a Sally. Es una mujer maravillosa.

-Si, lo es.

McQueen lo vio pensativo; ese chico estaba en un proceso de cambio, tal y como le había sucedido a él. Quizás Cruz había percibido ese cambio antes.

El rubio sonrió de lado y mencionó. -Cuando despierte, dile que me busque y Storm... Por favor ponte una camisa. -Después se retiró del lugar.

Storm sonrió y entró. Al cerrar la puerta, se encontró con Cruz, quien había escuchado la conversación entre ambos hombres.

Ella lo vio con una amplia sonrisa, mientras que él se acercaba para tomar su rostro y darle un beso. Al separarse, notó que llevaba su camisa para cubrir su desnudez.

-Tu jefe dijo que me ponga una camisa, el problema es que tú la traes puesta.

Ella rodeó con sus brazos el cuello del chico y le habló de manera sensual.

-Si la quieres, tendrás que quitármela.

-¿Estás segura?. -Le sujetó el trasero y la apegó más a su cuerpo. -¿Tienes tiempo?.

-¡Oh!, cierto, el sr. McQueen quiere verme.

La soltó y vió como comenzó a vestirse en forma rápida.

Cruz se puso de nuevo la camisa del chico. -Está me la quedó. -Sonrió de manera dulce, le depositó un beso y se fue.

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RivalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora