SEMPITERNO; Pablo Gavi

Capítulo 7

Emma Hernández

Estoy en un entreno de los chicos mientras escucho mi playlist favorita. Queda nada para que acaben y yo estoy muy atenta a lo que hacen.

Bueno, más bien estoy atenta a lo que el hace.

Cuando mi padre da por acabado el entreno Pablo se acerca a mí con una sonrisa y me coge de la mano.

-Anda ven- me estira- antes de que tú padre me llame la atención- me vuelve a estirar a lo que yo accedo riendo.

Me lleva al pasillo de los vestuarios donde están todos los chicos caminando hacia los vestuarios junto a mi padre.

-¿Que pasa?- pregunto riendo.

Y no me da tiempo a procesar en el momento en el que me coge por detrás de la cabeza para plantarme un beso en los labios.

-¡Ostia!- me levanto angustiada del sueño.

Miro la hora en mi móvil.

Las 4:25.

Unos brazos no me dejan levantarme, pero al escuchar el chillido que he pegado la persona de mi izquierda se mueve.

-Hey, ¿Estás bien?- me pregunta con su voz ronca.

Puto mojabragas.

-Si, si- lo tranquilizo al ver su cara de preocupación- solo ha sido un mal sueño-.

Querrás decir un buen sueño.

Puta consciencia.

El me mira con una media sonrisa que hace que me derrita.

-Anda ven aquí- me vuelve a coger de la cintura para acercarme a él y volver a quedar como antes para volver a dormirnos.

Pero yo ya no siento lo mismo, me siento rara desde que me he levantado del sueño.

Sigo pensando en ese beso que aunque no ha sido real, lo he sentido. Y me asusta porque no sé si eso es bueno o malo.

Pero de todos modos me vuelvo a dormir al sentir como su pecho sube y baja bajo mi cabeza, me tranquiliza, el me tranquiliza.

Cierro los ojos a pesar de no parar de pensar en ello.

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Me despierto con un ruido horrible que resuena en toda la habitación.

-¡Jodeeeeer!- grito mientras me acurruco más a Gavi y meto mi cabeza en la almohada.

-¡Despertad tortolitooooos!- se escucha el grito de Pedri y la risa de los demás.

-¡Fuera!- les grita Gavi que hace lo mismo que yo y yo río.

-Va, levantaos anda- dice Ansu que no para de reírse mientras me quita mi almohada.

-¡Oye!- le griti.

Esta vez es Pablo el que se ríe.

-Teneis cinco minutos para estar abajo sino os preparáis para lo peor- dice Ferran en modo de "amenaza".

-Ni puta gracia Ferrari- dice Gavi y yo vuelvo a reir.

-Como que te causa gracias ¿Eh? Pues toma- y se tira encima mío abrazándome y haciéndome cosquillas.

-¡No, no! ¡Para! ¡Pablo!- mis carcajadas inundan la habitación mientras los chicos nos miran con una ceja alzada.

-Así no volverás a reírte de mí- y se queda abrazado a mí mientras yo le rodeó el cuello.