Capítulo 16

183 9 24
                                    

Emma Hernández

Me despierto mientras me froto la cara. Entonces es cuando me doy cuenta de mi posición.

Tengo mi pierna por encima de la cintura de Pablo, con sus brazos enganchados a mi cintura y sus manos en mi... Bueno, en mi culo.

Y ahí va el golpe de realidad.

Cojo el móvil que ha estado cargando en la mesita de noche para mirar la hora.

Las 11:25.

Joder.

Me intento levantar pero los brazos de Pablo me lo impiden.

Tendríamos que haber hablado las cosas antes de terminar así dormidos. Estoy muy confusa.

Intento zafarme de nuevo para levantarme y el al parecer lo nota ya que se mueve haciendo un gruñido.

No voy a negar que está precioso cuando duerme, pero tendríamos que hablar ya de todo lo que pasó.

Abre los ojos y lo miro con cara de que necesito levantarme.

El al parecer lo entiende y me suelta con un gruñido dándome a entender que se quería quedar más rato así. Al levantarme cojo mi móvil para dirigirme al baño. Me lavo la cara y me hago un moño rápido.

En teoría he traído ropa, lo que está fuera del baño y no sé porqué me pongo nerviosa.

Decidida, salgo del baño y me lo encuentro sentado en la cama con el móvil.

-Buenos días- dice aún adormilado.

-Buenos días- digo y sonrió como una tonta al verlo sin camiseta.

Pero luego pienso en lo que pasó anoche y me estremezco, lo que no quito la sonrisa.

En teoría tendría que estar hace ya un par de horas en el instituto pero la verdad, me da absolutamente igual. Es el último día pero me dan igual mis compañeros y mis profesores, no me apetece ir y punto.

-¿Cómo has dormido?- deja el móvil a un lado para incorporarse y verme mejor.

Yo contesto mientras me dirijo a mi maleta.

-Bueno, ¿Y tu?- pregunto para no sonar borde.

-Muy bien- me sonríe de forma significativa y me sonrojo.

Tenemos que hablar YA.

Cojo unos vaqueros cortos blancos y un top de tirantes azul cielo y mis converse negras altas junto con mi sujetador sin tirantes, unos calcetines tobilleros y un tanga de encaje negro.

-Me alegro- le sonrió sin mirarlo y con las prisas de ir hacia el baño se me cae el tanga al suelo.

Joder, joder, JODER.

-Mierda- maldigo, el se ríe y yo lo recojo para ir al baño a cambiarme.

Pero antes me pego una ducha, no me voy a lavar el pelo así que me dejo el moño como está.

Después de una pequeña ducha me visto entera y salgo de la habitación para dejar la camiseta de Pablo en el cesto de la ropa sucia.

El ya está vestido y sigue teniendo la misma cara de dormido que antes.

-Pablo- le llamó la atención y el me mira como si ya supiera lo que voy a decir- Porfavor ¿Podemos hablar ya de todo?- pregunto ya desesperada.

Parece que el ya se esperaba esta pregunta porque se sienta y me indica que me siente a su lado.

-Ven, siéntate aquí.- me indica y le hago caso- Empieza tu, tienes todo el derecho a hecharmelo todo en cara y desahogarte, yo no voy a poner pegas, solo di lo que tengas que decir, aunque me duela-.

SEMPITERNO; Pablo GaviWhere stories live. Discover now