Grietas

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—¡No tienes de que preocuparte, te lo dije! ¡No voy a interferir en tus estudios, lo prometo! —Estaba desesperado —. Si quieres solo nos vemos durante el periodo vacacional, no te mandaré mensajes ni nada, de verdad.

Los ojos de Penny comenzaron a cristalizarse, mientras su garganta comenzaba a ahogar palabras y su nariz se irritaba.

—Penny, por favor. Sabes lo mucho que te amo... Aguantaré el tiempo que sea por ti.

Le estaba haciendo todo más difícil.

Sabía que Gumball no cumpliría, era bastante pasional y arriesgado, por lo cual siempre le había traído disgustos con su familia. No imaginaba las consecuencias de seguir una relación a escondidas cuando se lo habían prohibido estrictamente. Una parte de ella quería desobedecer y seguir su corazón, desgraciadamente aún no podía ganar la lucha contra su padre, el cual insistía queriéndose oponer con constancia a la forma de actuar, vestir y pensar de su hija.

Se sentía impotente y molesta, no podía creer lo que estaba a punto de hacer. Cerró los ojos, respiró profundamente y, finalmente, meditó por segundos que parecieron eternos.

—Gumball. No podemos seguir saliendo, no insistas más.

Si tan solo hubiera tenido el valor de salir de ese cascarón...

—Tampoco podemos ser amigos, espero que lo entiendas. Adiós.

Al finalizar la videollamada se quedó en el asiento viendo el fondo de pantalla del monitor en silencio. Sentía un alboroto desgarrador dentro, no pudo contenerlo más y las ganas de llorar la vencieron.

Sentimiento inconclusoWhere stories live. Discover now