¹⁵ × ❝Un pequeño empujón❞ ×

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Multimedia: po_mya12 (Twitter).
Tipo: Slice of life, comedia.
Advertencia: Ninguna.
Clasificación: G (General).
N° de palabras: 4850 (one-shot).
Publicación: 2O/O3/2O23.

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Un pequeño empujón
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—¡Z-Zenko, ¿tú hiciste... todo esto?! —exclamó un azabache con los ojos abiertos de par en par.

No era sólo por la sorpresa que la niña le presentaba, sino también por el uso de la cocina. Al advertirlo, ella no deshizo su sonrisa, y mientras juntaba las manos para agradecer por la comida aclaró:

—¡Obvio que no, hermano Badd! Me ayudó Garou.

El nombrado casi se atragantó con el té, en un intento de esquivar el par de miradas que, intuía, se posarían en él. Dejó ver así el chichón recién dado por la menor al haber pretendido comenzar sin ellos. Una mueca habría sido suficiente, mas redobló la apuesta con tal de asegurarse el movimiento.

—Sólo me ocupé de la hornalla. Ella hizo todo lo demás.

Sin necesidad de verlo, supo que el silencio del chico ya no era dudoso. Por el contrario, aquel dio una risa perezosa y se volvió hacia su querida hermanita para agradecerle. Garou suspiró, aliviado, cuando la conversación de los hermanos lo excluyó definitivamente.

"Este tipo es demasiado simple."

Y eso no le desagradaba en realidad.

Zenko pareció entender el pase que le había dado el albino, y se dispuso a elaborarlo a gusto. Le contó al hermano de la mezcla para los panqueques, de la crema batida, el troceado de frutas y el chocolate derretido para echarle al final, mientras se lo preparaba ella misma. Badd se espabilaba de a poco a medida que la escuchaba, no luchaba contra sus propios párpados cerrándose, respondía con cálidos elogios coherentes. La claridad del mundo de los hermanos predominó en la sala y se asentó acaso más firme que los días anteriores.

Garou, por su parte, manipulaba los palillos sin interés alguno en usar los cubiertos dispuestos al costado de su plato. Separó una pequeña porción de la masa y se la llevó a la boca, esponjosa y fresca, le había quedado muy bien. Sin darse cuenta, una ligera sonrisa se esbozó en labios albinos, siguió comiendo y bebiendo del té con absoluta calma, como si nadie se hallara a su alrededor. No le evocaba un recuerdo, ni le daba alguna reminiscencia lejana; de hecho, era eso mismo lo que llegó a aflojarle los hombros y mover sus muñecas casi por inercia. No pensar en nada más allá que un desayuno común y corriente era lo que necesitaba su corazón para permitirse tal reacción.

Al cabo de un rato sintió un par de ojos detenerse sobre él, lo ignoró por completo. Casi no sentía la incomodidad habitual que lo asediaba, y eso lo llenó de satisfacción.

El azabache que se fijó en él recorrió las facciones relajadas y recordó, de golpe, los detalles de lo sucedido la noche anterior. El cuidado brindado por Garou, esa risa contagiosa, la piel de porcelana bajo una luz pálida. Así como muchas veces no disponía de la información necesaria en su ocupación de héroe, ahora era el joven recluido quien dejaba entrever esa faceta a la que no tenía acceso. Una parte suya le aclaraba que así debía ser, y que no diese más vueltas, pero otra parte de sí se asomó para desmontarlo: si se había comprometido a dejar que se quedara en su casa, su intimidad, afuera de cualquier intervención de la ocupación de héroe, era por algo más.

¿Estaba mal si comenzaba a tomar una postura al respecto?

Salió de sus cavilaciones al darse cuenta de que lo había mirado demasiado tiempo, bajó hasta su propio plato y aceleró la marcha, dio grandes bocados como si con ello borrara lo que acababa de pensar. Sin embargo, le fue inevitable no dejar de espiarlo por el rabillo del ojo, encontrándose así con otra peculiaridad.

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⏰ Last updated: Mar 21, 2023 ⏰

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「 𝐡𝐨𝐦𝐞𝐥𝐞𝐬𝐬 」Where stories live. Discover now