¹ × ❝Noche infernal❞ × [1/2]

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Multimedia: tbmrbug (Twitter).
Tipo: hurt/comfort.
Advertencia: ¿Heridas?
Clasificación: PG-13 (mayores de 13).
N° de palabras: 2603 (two-shot).
Publicación: 26/O7/2O19.

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Noche infernal


—Ni se te ocurra entrar en mi cuarto —advirtió, tajante y con un dejo de imploro camuflado.

La niña sólo atinó a asentir con la cabeza, expectante de los movimientos de su hermano mayor por toda la casa. Tenía muy presente cuánto velaba por ella, por su seguridad, y aunque quisiese ayudarlo prefería acatar la orden sin entrar en discordia. En momentos como ese era mejor dejarlo actuar solo. Después de todo, él estaba a cargo. Ella sonrió para sí misma mientras se adentraba en la sala de estar, con la gata de la casa entre brazos; pesaba y no era para menos, ya que estaba preñada, pero acariciar algo esponjoso siempre lograba tranquilizarla. Sí, todo estaría bien al final del día si su hermano Badd era el que se encargaba.

Y es que lo que se encontraba en cuarentena no era para menos: un joven inconsciente. No lo conocían, o eso pensó ella, ni sabían de dónde vino o qué hacía desplomado entre la basura de los vecinos. El llamado del compromiso se apoderó de su hermano en cuanto se enteró de lo que acontecía puertas afuera, por parte de ella. Como muchas otras veces, se había olvidado de encender la luz del umbral de la casa, y al notar esa sombra alargada sobre el pavimento su noche dio un giro inesperado. Eso ya carecía de importancia, lo último que pudo hacer por ese muchacho fue ayudar a sostenerlo mientras lo entraban, y luego marcar el número del servicio de emergencias. Restaba estar atenta y brindar apoyo moral si era necesario, no quería que su hermano sintiera que se encontraba solo en esto.

Por su lado, el mayor deambuló por los pasillos, respondiendo lo más acertado posible a los requerimientos del otro lado del teléfono. La descripción del afectado y de su estado al encontrarlo fue todo lo que pudo ofrecer. Al rato fue obligado a inspeccionarlo más de cerca. Entró a su propio cuarto como si de un lugar prohibido se tratarse, y se dirigió al cuerpo tendido en la cama baja. Los manchones tan extraños en esa piel y el fuerte aroma a carne quemada lo tenían desconcertado, aun así se limitó a describir.

—No sé cuánto tiempo estuvo en la calle —masculló ya sin mucha gana de responder despropósitos, pues acababa de mencionar que se toparon con él de casualidad—. Está volando en fiebre, eso sí. No... ¡Que no lo sé! Sí, está bien. Espero.

Y cortó. Dio un bufido y se tiró el cabello azabache hacia atrás con los dedos de su mano libre, se fijó en la expresión tan peculiar en el ajeno; parecía haberse desmayado en una de esas casitas del terror.

"En qué me metí."

Olvidó la existencia del teléfono sobre un estante y se acercó, sigiloso. Le costaba procesarlo todo, ocurrió tan rápido que sólo se dejó llevar por los impulsos habituales de su profesión, ese instinto de ayudar indiscriminadamente. Lo manejó bien los primeros minutos, hasta que lo acostaron y un pensamiento fugaz cruzó por su mente, ¿y si se levantaba de repente? Y allí reaccionó, quiso alejar a Zenko de él. Sin embargo, ahora que lo miraba con detenimiento, era inofensivo, un humano que a fin de cuentas parecía estar sufriendo mucho. Rendido ante su propia decisión de seguir lo que empezó, fue a buscar lo necesario para limpiarlo un poco antes que llegara la ambulancia, fue lo mínimo que le pidieron y se hallaba inquieto de todas formas.

Antes de volver, le pidió a su hermanita recibir a los paramédicos en lugar de él, y puso manos a la obra. Se arrodilló a la altura de la cabeza y comenzó por la frente. Descubrió que aquellos manchones eran tejido muerto, una amalgama de carne, cabello y vaya uno a saber qué cosas más adherida a su piel, que para su sorpresa era tersa y, por el momento, pálida. No le había dado la misma impresión la primera vez que lo vio, también recordaba que tenía un corte de pelo diferente. Aun en esas nada le llamó tanto la atención como esos residuos biológicos que se esparcían por su anatomía, le eran algo ajeno e inexplicable.

「 𝐡𝐨𝐦𝐞𝐥𝐞𝐬𝐬 」Where stories live. Discover now