「 𝐡𝐨𝐦𝐞𝐥𝐞𝐬𝐬 」

¹⁰ × ❝No me jodas❞ ×

Multimedia: tt-vision (Tumblr).
Tipo: Slice of life.
Advertencia: Ninguna.
Clasificación: G (General).
Nº de palabras: 2130 (one-shot).
Publicación: 18/O8/2O2O.

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No me jodas

Ya oscurecía cuando bestia y hombre tomaron asiento en el tren.

Ambos jóvenes parecían estar de acuerdo en que los vagones semivacíos eran los más cómodos, sin mediar palabras. Bastaron apenas un par de paradas para que el hermano mayor terminase arrullando a la niña en su regazo, abrazada como un koala, resguardada en el calor y los latidos tan familiares de su pecho. Badd peinaba con robustas falanges el cabello de su niña, suave y reluciente, bien cuidado como el propio. Se relajó junto a ella, y al rato se encontró cabeceando alguna que otra vez para volver a pestañear forzosamente; sería un desastre si se quedaba dormido.

—¿Estás cansado? —Irrumpió en sus sentidos una voz mansa a su costado—. Recuerdo la estación en la que subimos...

La sugerencia fue rechazada con un meneo de cabeza. En cualquier otra situación aquello supondría un peligro, mas pensarlo fue motivo suficiente para espabilarse, injusto. Hoy estaba siendo muy injusto con Garou.

—No te conviene —comentó a cejas alzadas—, tengo el sueño un poco pesado.

—Lo sé.

Iba a replicar y un repentino bostezo se lo impidió, prefirió dejar el tema sin más. Bajó hacia Zenko, sin intención de ocultar que las comisuras de sus labios se levantaban con levedad, cuando la tenía entre brazos se sentía completo. Esperaba que al despertar en casa, entre sonrisas y mimos, le agradeciera por la salida. Esta vez se sabía merecedor de ello, le dio todos los gustos a manos llenas, sin interrupciones de ningún tipo, por fin. No lo iba a negar, estaba cansado, hastiado e incluso más irascible de lo normal. En el fondo respondía a la ansiedad que le generaba el mismo paseo, la posibilidad de que este fuera arruinado por cualquiera de las razones que ya eran parte de su vida: la labor de héroe, llamados inesperados, haberse olvidado de algo importante y ahora se sumaba también el ex cazador, aunque de forma temporal. A veces parecía tener el mundo en su contra, no podía tener peor suerte. Sin embargo...

Ladeó su mirada hacia el costado. Demasiado callado para su gusto.

Por alguna razón le inquietaba que el albino se abstrajera así, se abandonase como si de él quedara nada más que un cascarón vacío respirando con enigmática calma. ¿Realmente lo estaba, calmado? Ocelos animales observaban el paisaje de la ciudad con recelo, acaso asco, se preguntó si siquiera quería encontrarse allí. Más allá de que no hubiese otra opción, tal vez en Garou ya había alguna idea, o se lo planeaba. Quizás no era más que algo que extrañase, o ese lugar feliz que uno tiene en mente cuando se halla sobrepasado por su alrededor. El de Badd era su hogar, de ser posible con su hermanita en él, pero el de Garou no lo conocía, era un misterio. ¿Existía?

Se le cerró la garganta con su última duda, y quiso hacerla, para arrancársela del pecho y echarla a un lado, no darle más vueltas. Aunque el albino no respondiese o lo mandase a la mierda, lo más probable era la segunda.

Se hizo la película sin percatarse de la alarma que sonaba en su bolsillo. Recién reaccionó en el momento en que su acompañante volvió la mirada hacia él, dio un respingo agitado pensando que le recriminaría por observarlo tanto.