² × ❝Noche infernal❞ × [2/2]

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Multimedia:
• "If" — Pink Floyd.
• Yusuke Murata (manga).
Tipo: hurt/comfort.
Advertencia: ¿Más heridas?
Clasificación: PG-13 (mayores de 13).
N° de palabras: 2294 (two-shot).
Publicación: 28/O7/2O19.

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Noche infernal


Los primeros rayos del sol se asomaban por entre las montañas y anunciaron la llegada de la mañana a los pájaros, que comenzaron a cantar a su alrededor. Inhaló y exhaló con profundidad, llenó sus pulmones con aquel aire puro de las alturas que tanta calma le daba, y se dispuso a entrar al dojo. Se descalzó en la entrada y saludó al maestro con sumo respeto, sólo porque era lo debido. Ni corto ni perezoso tomó un balde en la esquina de esa sala, un trapo y... Una robusta mano se posó en su antebrazo, para detener el movimiento.

—¿Sabes qué día es hoy? —Una mirada severa que escondía en sí la benevolencia de un padre se posó en los ojos dorados del mancebo.

—Domingo, señor. —Apretó los labios antes de agregar, ante el silencio del ajeno—: ¿Llegué muy temprano?

—Llegaste, Garou. —Soltó el agarre con la misma suavidad con que lo tomó de principio y dio la media vuelta para volver a su asiento—. La mesa está servida, ven. Te he dicho muchas veces que no era necesario que vinieras los fines de semana.

Aun así, siempre dejaba algo preparado para desayunar junto a él, en caso de que se apareciera. Él acató la orden y se sentó junto al mentor, agradeció por la comida y comenzó. El silencio y el temple volvieron a su lugar, solamente dejaba espacio al cantar de los pájaros afuera y los movimientos de los cubiertos adentro. Aquel discípulo, recordó, solía ser ruidoso al comer, mas pareció adoptar un comportamiento más educado con el tiempo. Por poco y se le escapaba una sonrisa.

—¿Por qué tan callado, eh? —Retomó la palabra con un tono despreocupado, como si buscara crear una conversación nada más.

El aludido subió la vista y se quitó un par de granos de arroz de la quijada con el dorso de su mano. —Sólo pensaba —musitó con cuidado, cual pequeño a punto de decir una mala palabra—... en la Justicia, y en las artes marciales. Maestro Bang, llevo entrenando en su dojo unos dos años ya, y aun no lo comprendo. En los entrenamientos nos ha dejado claro que no debemos levantar nuestro puño contra otra persona si no se trataba de torneos o competiciones, ¡y no lo hice!, pero... si realmente es así, y la Justicia se impone a veces con fuerza, entonces no se pueden utilizar las artes marciales para la Justicia. En ese caso, ¿las artes marciales no son justas? Es decir...

Empezaba a enredarse. Fue interrumpido por el gesto de una palma contraria, agitado. Le costaba poner en palabras aquello que inquietaba su ser, y miraba con anhelo al mayor, en espera de alguna respuesta.

—Si crees que lo único que implican las artes marciales son fuerza y técnicas no sé qué haces aquí, niño. Son un estilo de vida. ¿Tú usas la fuerza para todo en tu vida? ¿No, verdad? No se trata de ajusticiar a otros... se trata de ajusticiarse a uno mismo, si es que prefieres que use esas palabras.

A Garou se le cortó el aire. Antes que nada, detestaba que lo tratasen de un pichón y no supo el porqué, pero a veces las palabras del mayor conseguían irritarlo más que otra cosa. Disimuló volviendo a su comida, al tiempo que percibía la pétrea mirada que se clavaba en su frente.

Algo no andaba bien. Bang dio un suspiro y resolvió descubrir qué era. —Hoy harás algo diferente. Iremos a meditar.

—Está bien.

「 𝐡𝐨𝐦𝐞𝐥𝐞𝐬𝐬 」Where stories live. Discover now