010

1.1K 157 16
                                    

 Después de casi una hora bailando, la argentina y el sur-coreano llegaron a la mesa

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

 Después de casi una hora bailando, la argentina y el sur-coreano llegaron a la mesa.

Se sentó en la silla que había dejado vacía notando que Quackity ya no se encontraba al lado.

- ¿Donde esta?- señaló la silla a su lado mientras le preguntaba a sus amigos.

- Dijo que iba al baño pero no volvió.- Ari tomó un trago de su vaso.- Ve a buscarlo.

Sin pensarlo, se levanto de su asiento. Sentía una mirada sobre su espalda, al voltear, vio a Nimu, por el casco no se podia ver si sonreia o no.

- Le gusta ¿cierto?- Pregunto Nimu a los que se encontraban en la mesa.

- Si, pero...parece que todavía no se da cuenta.-

Por otro lado, Matteo estaba como loco buscando a Alex, entro primero al baño para ver si no seguía ahí, al no ver sus zapatos debajo de la puerta salió a buscarlo por otro lado.

Por un momento pensó en buscarlo en la pista, pero dudaba que hubiera ido a bailar.

Las ideas de donde buscarlo se le habían acabado, solo estaba en un rincón intentando ver a ese mexicano de linda sonrisa.

¿Por que me preocupa tanto?

Ay, no lo se, Matteo. Tal vez puede que te guste, ¿no?

Pero...no he pasado tanto tiempo con el para que me guste.

No hay un tiempo específico para enamorarse de una persona.

Pero, ¿Por que me gusta?

Haces varias preguntas sin sentido, a todos les gusta.

Bueno, si, pero... ¿Por que a mi?

Tal vez por su sonrisa, sus ojos, su cabello, su voz, su... yo que se, son tus sentimientos, no los míos.

Creo que ni siquiera tengo un porque, me gusta todo de el.

Ya viste, ahora ve a buscarlo, imagínate que se cayó y se lastimo, no, no, no.

¿Pero y si el no siente lo mismo?

Nimodo, has vivido años sin alguien a tu lado, no creo que lo necesites tanto.

Pero el no es alguien más...

Entonces ve a buscarlo y dile que no es alguien más, si no que es ese alguien que te hace sentir bien, ese alguien que quieres a tu lado, ese alguien que... no se, es tu alguien, no el mio.

Eres mi voz en mi cabeza, también es tu alguien.

La voz de su cabeza guardo silencio, busco en cada rincón del edificio sin ninguna respuesta.

De un momento a otro ya se encontraba en medio de todos en la pista. Un mesero había llegado con una botella y había repartido la bebida en las bocas de todos ahí.

Matteo ya tenia varias mezclas de sabores en su boca; un tequila sunrise, un mojito, una piña colada, incluso tequila con Coca-Cola.

Su cabeza daba vueltas, el piso se movía un poco ocasionando que en ocasiones tropezara con alguien o algo.

Varias personas chocaban con su hombro y pedían perdón al instante, este ni atención ponía en quienes eran.

- ¿Lo encontraste?- La voz de Nimu lo saco de sus pensamientos.

- No, se me acabaron las ideas de donde podía estar desde hace rato.

- Escucha, se que te gusta Quackity, y yo se que sabes que tu me...gustas, bueno... gustabas.- la argentina hacia expresiones con sus manos mientras Matteo le prestaba atención.- Pero... Ya no hago tanto revuelo, seamos amigos, te ayudo con Quackity, se ve que también le gustas.

Ya viste, todos notan que te gusta y tu apenas descubriéndolo, Dios, ¿por que soy la voz mental de una persona tan tonta?

- Búscalo en la terraza, ahí puede estar.- sin más, la chica se fue de nuevo a su mesa.

Matteo se sentía mejor teniendo a Nimu de amiga que una persona que gustará de el.

Comenzó a caminar hacia las puertas que llevaban hacia la terraza. Habían varias personas ahí; platicando, tomando, viendo la noche.

Volteo hacia la izquierda, en una esquina algo escondida pudo ver a ese chico que llevaba buscándolo por horas.

Vio como este veía la luna, esta se reflejaba en sus lentes y seguramente también en sus ojos. Como le encantaban sus ojos, había veces en que quería quitarle los lentes y apreciar por horas aquellos ojos.

Llego detrás de el y lo abrazo por la cintura, el menor al sentir esa acción, dio un pequeño salto.

- No te encontraba.- murmuró en el cuello del menor, Matteo recargaba su cabeza en su hombro.

Alexis se mantenía en silencio, no quería que su voz se cortara al momento que hablara.

- ¿Que pasa?- el aliento de Matteo en el cuello de Alexis le causó un escalofrío.

- Nada.- susurró Quackity haciendo el mayor esfuerzo de que no se le quebrara la voz.

Matteo lo tomo de los hombros y lo volteo quedando frente a frente. Se notaban pequeñas lágrimas secas en sus mejillas.

- ¿Por que llorabas?- preocupado, Matteo paso su pulgar por su mejilla secando los restos de lágrimas.

Quackity aparto su cara del tacto del pulgar, camino hacia la esquina y se recargo el el barandal.

Matteo llego a su lado, no quería incomodar a Alexis con preguntas, solo se quedo haciéndole compañía sin decir nada.

El viento golpeaba sus caras, Matteo entrecerraba los ojos para que no le ardieran, a Quackity no le pasaba eso por los lentes.

Debajo se podía ver un pequeño jardín, había unas flores muy lindas, del otro lado había un parque vacío.

Las hojas de los árboles se movían, la música sonaba hasta afuera pero en un tonó más bajo, los suspiros que daban estos dos de vez en cuando se escuchaban levemente.

- Matteo...- hablo Quackity con una voz casi inaudible.

- ¿Mande?- respondió Matteo viendo a su lado donde se encontraba Alexis.

- Matteo, alguna vez has besado a un chico?- pregunto con cierta curiosidad.

El contrario se sorprendió ante la pregunta de el mexicano, pero aún así respondió.

- Si, y tu, lindo?- ese apodo causó escalofríos en Quackity, cada apodo hacia eso.

- No.-

- Puedo ser el primero...?- aquella respuesta lo sorprendió, el atrevimiento de Matteo era demasiado, pero aún así no se podía negar a esa oferta.

?- aquella respuesta lo sorprendió, el atrevimiento de Matteo era demasiado, pero aún así no se podía negar a esa oferta

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Have You Ever Kissed A Boy? Quackity × Male ocWhere stories live. Discover now