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SooYeon había aceptado que se quedarán en su casa. Se sorprendió al escuchar que Matteo tenía dos nuevos hijos y que al parecer ya había comenzado a salir oficialmente con su nuevo cuñado.

Ya faltaba poco, Quackity recargo el asiento hacia atrás y Ella lo uso de colchón para dormir, las piernas de Ethan quedaban debajo del respaldo y de almohada usaba a Dogo que estaba profundamente dormido.

Matteo luchaba por no quedarse dormido, claro que habían hecho una que otras paradas, pero el sueño seguía presente en el.

- ¿Estas bien?- la voz ronca y cansada de Alexis saco un poco a Matteo de su trance.

- Tengo sueño.- hablo recargandose en la ventana y dejando solo una mano en el volante.

Alexis se quedo en silencio viendo la forma en que Matteo manejaba, se veía cansado pero tranquilo.

Alexis podría nombrar todas las cosas que le encantaban de el Sur coreano, entre ellas; sus manos, sus ojos, sus labios, su voz, su altura, su cabello, todo.

Anotaria en esa lista la forma en la que maneja sin duda.

Acaricio la cabeza de Ella que yacía dormida en su pecho, volteo hacia atrás y miró a Ethan dormido de igual manera.

- ¿Quieres que maneje?- pregunto Alexis posando su mano en la pierna de Matteo.

- Por favor.- Matteo estacionó el auto y Quackity río ya que Matteo solo esperaba a que este dijera eso para poder descansar.

Ella fue al asiento de atrás con su hermano y volvieron a dormir. Matteo entró en la parte de el copiloto y Quackity en la de el chófer.

Antes de arrancar, Alexis verifico que los dos niños estuvieran dormidos y se acerco lentamente al rostro somnoliento de Matteo.

Matteo estaba con los ojos cerrados intentando conciliar el sueño, pero aquel intento fue interrumpido por un tacto en sus labios.

Abrió los ojos y vio la cercanía del rostro de Quackity. Levantó su mano y la posó en la nuca de el menor acercándolo más.

Al momento de separarse, sus miradas conectaron y Quackity sonrió al ver los labios rojos e inchados de Matteo.

- Perdón.- susurro Matteo juntando sus frentes.

- No te preocupes, de cualquier forma, ya paso.- Alexis llevo su mano a la mejilla de Matteo y acaricio con su pulgar la zona.

El tacto le daba cosquillas, sus ojos no paraban de ver esos lunares que parecían manchas de pintura en un lienzo blanco. No le molestaría contar cada uno de esos lindo lunares por horas hasta memorizar el lugar exacto de cada uno de esos.

Have You Ever Kissed A Boy? Quackity × Male ocWhere stories live. Discover now