- Matteo, alguna vez has besado a un chico?-
- Si, y tu, lindo?-
- No.-
- Puedo ser el primero...?-
"Kiss me hard before you go"
"Taking it all for us, oh, doing it all for love"
"Baby, you were the love of my life"
•••
- Escúchame, Alexis. Esto de...
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- ¡Tengo hartas ganas de volver a Los Angeles!- exclamó Matteo dejando caer su cabeza hacia atrás.
-¿Por qué? Allá estas con tus hermanos.- hablo Quackity atravez de la pantalla.
- Para verte nadamas.- fijo su vista en Alexis.
Debía de aceptarlo; la única razón para volver a Los Angeles era para ver a aquel mexicano de gorro que ya extrañaba después de un mes y dos semanas de no verlo.
Habían comenzado la video llamada hace ya unas horas, Quackity estaba ocupado haciendo su tarea mientras hablaba con Sebastian. El solo lo veía apreciando lo lindo que se veía concentrado.
- Mentiras, solo para ver a Dogo quieres venir.-
- Tal vez, pero también en mis razones estas tú, lindo.- se recargo en la mesa acercándose al celular.
- Uy si, ¿Y que quieres hacer cuando llegues?-
- Tengo de dos: 1. Pasar el día contigo. 2. Pasar el día contigo y besarte. ¿Cuál prefieres?- preguntó numerado las opciones con sus dedos.
- Ay, wey.- rasco su nuca al escuchar las opciones, Matteo a veces se pasaba de atrevidó.- chingas a tu madre, este... la... segunda.- decidió nervioso, ya estaba ansioso de sentir esos labios otra vez.
- Bueno, cuando vuelva lo voy a hacer.- terminó diciendo. Pasaron unos pocos minutos para cortar la llamada, Matteo tenía que ir a cenar y Quackity tenía que ir a dormir.
Matteo bajo viendo a sus cuatro hermanos sentados en la mesa. Los cuatro comían en silencio sin ningún ruido de televisión, celular o de alguna voz.
Así eran las comidas mayormente. De pequeños no se les permitía ningún aparato electrónico en la mesa, pero de cualquier forma las comidas siempre se mantenían en silencio.
-Me voy el viernes.- Liz rompió el silenció prestando atención a las respuestas que darían sus hermanos.
Cuando comían ellos solos era diferente, solo ocupaban que uno terminara con aquel silencio y podrían hablar entre todos sin problemas.
- Yo también.- hablo JuJeon con la boca llena.
- Yo el sábado.-
- Nembre, me dejan sólito aquí, mejor adelanto la fecha.- tomó con su tenedor un pedazo de carne y lo llevó a su boca.
- Me abandonan. Hijos de puta.- hablo la mayor haciendo un puchero.
- Ey, no digas groserías, no suena bonito.- hablaron los cuatro al mismo causando risas en SooYeon.
