Have You Ever Kissed A Boy? Quackity × Male oc

017

La puerta se abrió, Matteo estaba haciendo su maleta para la madrugada del siguiente día.

- ¿Quien...?- guardo silencio al ver al chico de gorro asomarse por la puerta.

- Ari me dijo que viniera.- evitaba el contacto visual con Matteo agachado la cabeza.

- Ah, si. Eehh...¿Estabas bien? Hoy en la mañana...te note raro.- dejo su maleta a un lado notando como Alexis daba unos pasos hacia atrás para alejarse de el.- ¿Que pasa?

- Matteo.- rasco su nuca nervioso.- ¿Podemos hablar?

- Claro, ¿Qué pasa?-

- Ayer... nosotros... Ay Dios.- tapo su rostro con sus manos y froto su frente.

- ¿Que paso ayer, Quack?- la intriga del mayor aumento en ese momento, la habitación estaba llena de una aura incomoda.

- Recuerdo lo que paso... el día de la velada...- una felicidad se formaba en Matteo, pero un miedo en Quackity.

- ¿Enserió?- con los ojos abiertos como plato por la emoción del momento, comenzó a acercarse a Alexis a paso lento, pero este seguía alejándose de el.

- Ayer nos besamos.- soltó en seco, el miedo en Quackity crecio. Tenia miedo de absolutamente todo en ese momento, de la forma que iba a reaccionar Matteo y lo que pasaría con su amistad.

- Quack... Ay, yo...- Al ver la reacción de Quackity, pensó en si no le había gustado o si se sentía incómodo.

Unos toques  atravesaron la puerta, sus amigos los esperaban afuera.

- Hablamos más al rato, ¿si?- lo tomó de los brazos un momento para después ir a abrir la puerta.

- ¿Qué hacían sólitos? De seguro puras cochinadas.- Roier atravesó la puerta, los demás copiaban su acción.

- Cochinadas tu cola, Roier.- Matteo cerró la puerta y dio la vuelta en dirección a sus amigos.

- ¿Que hacías, Matte?- Ama veía al pelinegro mientras levantaba alguna ropa que estaba tirada.

- Haciendo la maleta, mañana me voy en la madrugada.- abrió de nuevo su maleta y volvió a acomodar sus cosas.

- Voy a mi cuarto, te veo al rato.- Quackity tomó sus cosas y se fue antes de que el mayor lo pudiera alcanzar.

- ¿Que paso con el?- Osvaldo, quien estaba extendido boca arriba en la cama de Matteo, preguntó viendo a este último.

- Ay, me dijo que no recordaba lo del beso de la velada, eso fue... ah, pues cuando se enojo conmigo por lo de los cigarros. Ahora llego y me dice que si lo recuerda, ah, y nos besamos ayer.- fingió una sonrisa y después la cambio a una mueca de dolor.

- ¿Hablaste con el o interrumpimos?-

- Interrumpieron.-

- Ya vez, Rivers. Te dije que viniéramos más tarde, a no, pero la niña queria venir tempranito.- Juan le reclamo a Sam aventandole una almohada que tenia a la mano.

- Neh, no se preocupen, se supone que ahorita voy a hablar con el. Y espero que si, lo veré hasta dentro... 2 meses.- paso sus manos por su cabello pensando en la fecha programada para quedarse en casa de su hermana y su sobrino.

- Mejor nos vamos y le hablamos a Quackity para que venga.- todos se levantaron coordinados ignorando las peticiones de Matteo sobre que se quedara más tiempo.

Sin más salieron de la habitación dejando solo a Matteo, no sabia de lo que hablaría con Quackity si llegarán a hacerlo, solo esperaba que este no se arrepintiera.

Se sentó en la esquina de la cama reflexionando sobre el porqué seguía consumiendo alcohol si sabía que no recordaba nada después.

Por pendejo de seguro.

Ya había terminado de hacer su maleta, ahora solo estaba distraído viendo Tik Tok o Instagram, hasta que fue interrumpido por la puerta una vez más.

- ¿Ya podemos hablar?- Quackity se paró frente la cama del contrario y se mantuvo viéndolo fijamente, este recibió un sonido de confirmación y Matteo se levantó dejando su celular a un lado.

- Dios, ¿cómo empezamos?- Matteo rascaba la parte posterior de su nuca viendo hacia el closet nervioso.

- Perdón por decirte que no lo recordaba, tenía miedo de que te incomodaras...- los dos evitaban la mirada del otro volteando a diferentes lados de la habitación.

- ¿Por qué me incomodaria?- Matteo jugaba con sus manos, Alexis noto eso dándole un suave golpe en ellas para que lo dejara de hacer.

- No lo se, tal vez pensé que... no te agradaría, o yo que se que chingadera.-

- ¿Y tú que te preocupas por eso? Si te volví a besar fue porque si me gusto.- Alexis sonrió ante ese comentario viendo a Matteo.- ¿Sabes? Me gustaría hacerlo sobrio.

El calor se apoderó del rostro de Alexis, parecía un tomate con piernas y brazos. Matteo empezaba a acercarse a él acorraladolo en la mesa que tenían adelante poniendo sus manos a los lados de la cintura de Quackity.

Todo el ruido que provenía de afuera se iba apagando ante los oídos de los dos individuos. Matteo, con su mano izquierda, tomaba la mejilla del más bajo, con la derecha acariciaba su cintura sobre la sudadera del contrario.

Alexis, desesperado, tomó a Matteo de la nuca, atrayendolo a su rostro, paso una mano por detrás de su espalda y junto sus bocas en un beso lo suficientemente lento para disfrutarlo sin problemas.

Al fin, un beso sin sabor a alcohol.