- Matteo, alguna vez has besado a un chico?-
- Si, y tu, lindo?-
- No.-
- Puedo ser el primero...?-
"Kiss me hard before you go"
"Taking it all for us, oh, doing it all for love"
"Baby, you were the love of my life"
•••
- Escúchame, Alexis. Esto de...
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Se encontraban en silencio acomodando la ropa, no sabían por cuánto tiempo se quedarían, pero no era nada cómodo estar sacando ropa de la maleta cada cuanto.
Cuando al fin terminaron, optaron por dormir un rato, Matteo le aviso a SooYeon y Alexis iba a decirles a los niños, pero estos ya se encontraban dormidos.
Se acostaron dándole la espalda al otro, no era por incomodidad de la situación, si no que la incomodidad de que solo una vez habían dormido juntos, y esa vez fue cuando Matteo volvió de Canadá.
Matteo ya había caído rendido en los brazos de morfeo, mientras que Alexis mordía su mejilla interior pensando en todo que había pasado hasta el momento.
Quería darse vuelta y abrazar a Matteo, pero aún le causaba algo el hacer eso.
Pasaron unos minutos y Alexis seguía sin poder dormir, ahora pensaba en todo lo que había ocurrido.
¿Y si sí esta mintiendo y no me quiere? Pero ¿Por que la elegiría a ella? Bueno, es entendible, rubia, alta, ojos lindos, sonrisa linda...
Todo eso desapareció al sentir como alguien jalaba su camisa. Era Matteo ahora abrazándolo recostado en su pecho con su mano aferrada a la camisa de Quackity.
Sintió un cálido alivio en el pecho, Matteo recostado sobre su pecho era lo único que necesitaba para poder dormir tranquilo. Pero aún así, las inseguridades seguían presentes.
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Matteo abrió los ojos, sintió una presión en sus hombros y miró hacia arriba encontrandose con el rostro de Quackity demasiado cerca de él.
Sonrió viendo la forma en la que Alexis dormía tan plácidamente, en la habitacion no había tanta luz ya que el sol había comenzado a bajar, solo se notaba un cálido tono naranja en la habitación, y un poco de aquella luz se reflejaba en en rostro de Alex, que hacia que Matteo pudiera ver sus pecas y lunares sin dificultad.
Se aferro al pecho de su acompañante sin querer alejarse un segundo, sintió la calidez de los brazos de el de gorro. Se acercó al pecho de Alexis y pudo escuchar los latidos de el corazón de este, tenerlo tan cerca era un alivio ahora.
