Fairy Tail: Shinigami

24 Capítulo 24 - Buenas Intenciones.

Fairy Tail: Shinigami de CORNBRINGER
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[Adan POV]

Después de haber terminado mi conversación con Cornelia, salí de su casa para buscar a Porlyusica.

Caminé por el lado este de Boundary Forest, el aire cargado con el aroma de la naturaleza y el suelo. Finalmente, después de unos momentos, llegué a la casa del anciano doctor, para cuando llegué allí, el sol ya se había hundido en el horizonte dejando nada más que oscuridad y la casa frente a mí.

La casa estaba enclavada entre el frondoso bosque y, a primera vista, casi parecía parte del paisaje. Su estructura se incorporó hábilmente al tronco de un árbol alto y ancho, y las paredes estaban hechas de troncos de árboles anchos entretejidos con ramas y follaje.

Fue una vista verdaderamente única.

"¿Crees que ella puede ayudarla?" Mavis se preguntó en voz alta.

Asintiendo, entré en el pequeño y sinuoso camino que conducía a la puerta principal de la casa. Tomando una respiración profunda, levanté mi puño y llamé a la puerta tres veces. Una voz apagada desde el interior de la casa gruñó con molestia.

Porlyusica era una persona retraída y solitaria a la que no le gustaban los humanos, los menospreciaba como una raza de tontos que ven la lucha como la única forma de lograr las cosas, lo que sugiere una naturaleza misantrópica.

Este odio suyo a menudo la lleva a perseguir con una escoba a aquellos que permanecen demasiado tiempo a su alrededor, enojándose demasiado cuando hacen algo sin haber recibido su permiso.

Eso era todo lo que sabía sobre el viejo doctor.

La puerta se abrió con un crujido y una figura familiar salió por la entrada. Era una anciana delgada y alta con cabello rosado, atada en un moño en la parte posterior de su cabeza por dos grandes alfileres con bordes en forma de luna creciente, y con dos flecos de cabello que le quedaban enmarcando su rostro. Tiene los ojos rojizos y un lunar ubicado debajo de la boca, en el lado izquierdo de la cara.

Los agudos ojos rojos de Porlyusica se clavaron en mí mientras dejaba escapar un largo y exasperado suspiro. "¿Y quién se supone que eres?" dijo con un dejo de molestia en su voz.

"Mi nombre es Ada-" comencé, pero fui abruptamente interrumpido por Porlyusica, sus pálidos ojos rojizos descansando en mi marca del gremio.

Porlyusica frunció el ceño y sacudió la cabeza hacia mí con un suspiro de resignación, con los brazos cruzados de una manera tensa y enojada. Ella frunció los labios y finalmente dijo: "No eres más que un dolor en mi trasero, como todos en ese maldito gremio. Así que dime, ¿por qué estás aquí? ¡Y hazlo rápido!"

"Ella no parece demasiado amigable", comentó Mavis.

¡¿Crees?!

Presioné mis manos juntas, y con un suspiro, hablé. "Necesito tu ayuda", dije con urgencia, yendo directo al punto. "Conozco a alguien que está muy enfermo y tengo una idea que podría salvarla, pero no tengo los conocimientos necesarios para hacerlo realidad".

Las cejas de Porlyusica se contrajeron cuando su expresión se suavizó, pero su boca permaneció en una línea firme. Me miró entrecerrando los ojos durante varios momentos antes de que su voz, un tono ronco, rompiera el silencio. "Nombre, género, enfermedad e idea. En ese orden".

"Cornelia Alberona, Femenino, Desconocida, Nuevo Cuerpo", respondí, respondiendo a sus preguntas.

"¿Nuevo cuerpo?" Porlyusica repitió con una burla.