Fairy Tail: Shinigami

71 Capítulo 71 - Mavis.

Fairy Tail: Shinigami de CORNBRINGER
___________________________________________

[Mavis POV]

Me senté sola, moviendo las piernas de un lado a otro, con vistas a los campos de entrenamiento en la casa de Warrod, perdida en mis pensamientos. Mi mente seguía regresando al recuerdo de Adam, tirado en el bosque roto y maltratado, aferrándose a la vida. 

Estuvo cerca y no pude hacer nada para ayudarlo.

Necesitaba hacer algo para ayudarlo, no estaba segura de qué, pero tenía que hacer algo para ayudarlo en su camino.

El sol comenzaba a ponerse, proyectando una cálida luz dorada sobre los campos de entrenamiento donde Adam y Warrod estaban practicando el arte de la meditación. Estaba concentrado, con los ojos cerrados en concentración mientras respiraba profundamente. 

Los observé desde lejos, mi corazón dolía por la incertidumbre de lo que debería hacer a continuación.

Aunque a pesar de la confusión dentro de mí, no pude evitar sonreír ante la vista.

Ver a uno de mis primeros amigos en el mundo, ayudando a la generación más joven de nuestra familia, realmente conmovió mi corazón.

Al menos Warrod estaba siendo proactivamente útil, a diferencia de mí, que cuando se trata de un empujón, no puedo hacer nada.

Negué con la cabeza, sintiéndome en conflicto. 

Apoyado contra el viejo roble, sus ramas me brindaban una sombra reconfortante, no pude evitar perderme en mis pensamientos sobre toda esta situación. 

No importaba cuánto intentara evitar esos pensamientos.

Las imágenes de su cuerpo golpeado y magullado se repetían en mi mente como un disco rayado, un recordatorio constante de lo cerca que había estado de la muerte.

Tal vez podría enseñarle una de las Tres Grandes Magias de nuestro gremio, de esa forma tendría otra arma en su arsenal.

El problema con esto era que el poder que tenían estos hechizos tenía un precio significativo, drenando la fuerza vital del usuario a cambio de su inmensa fuerza. 

Había visto a demasiados magos sucumbir a este destino y no podía soportar la idea de que Adam sufriera lo mismo, es por eso que solo unos pocos elegidos aprenden esto. 

Pero al mismo tiempo, a pesar de los riesgos, no podía evitar la sensación de que estaría más seguro si conocía uno de estos hechizos.

Una suave brisa susurró a través de las hojas sobre mí, rompiendo momentáneamente mi ensueño. 

Respiré hondo, permitiendo que el aire fresco llenara mis pulmones y calmara la tormenta de emociones que rugía dentro de mí. Mientras exhalaba, volví a centrar mi atención en Adam, que estaba sentado en tranquila concentración bajo la atenta mirada de Warrod.

Su postura era perfecta, su respiración constante y su rostro sereno. Era difícil imaginar que hace casi dos meses había estado luchando por su vida. 

No tenía dudas de que Adam aprendería mucho con Warrod, o al menos, aprendería lo suficiente para facilitar su camino.

Confié en el juicio de Warrod como siempre lo he hecho.

Mientras el sol se hundía en el horizonte, bañando el mundo en el crepúsculo, tomé una decisión. 

Hablaría con Adam sobre las Tres Grandes Magias y los costos que las acompañaban. Había demostrado su resiliencia una y otra vez, y yo creía en su capacidad para tomar la decisión correcta por sí mismo.