Belinda Clare con 24 años era Licenciada en marketing . Trabajaba como secretaria para una de las empresas de publicidad más famosas y prestigiosas del país, NMN Corporation y su marca de moda Issacs...
Su jefe Norman Issacson, con 26 años, luego de...
Las semanas siguientes a la muerte de la abuela de Nate fueron bastante difíciles para todos, principalmente para él que tenía una relación tan cercana con ella. Yo hacía todo lo posible para levantarle el ánimo, sin embargo, se mantenía en la misma posición, sin querer ir a trabajar y recostado en el sofá, tanto que los niños empezaron a notar que algo no andaba bien. Blake se acercaba para jugar con él y las gemelas querían estar todo el tiempo en sus brazos, principalmente Destiny que tenía adoración por su papá desde pequeñita...
Llegó una noche en que me cansé, acababa de acostar a los niños, entré a nuestra habitación y él estaba sentado a los pies de la cama mirando un corazón rojo tejido por su abuela que nos había obsequiado al enterarse que nos íbamos a casar. Le hablaba, pero estaba perdido en sus pensamientos, entonces me puse en cuclillas, tomé sus manos para que me mire. Sus hermosos ojos cafés estaban llenos de lágrimas, no lo pensé y le saqué el objeto de sus manos para apoyarlo en la cómoda, obviamente me observó sorprendido ante mi reacción. Dije:" Mira, comprendo por lo que estás pasando y vos sabes perfectamente que te voy a apoyar siempre, pero esto que te estás haciendo no está bien. Los niños te necesitan, yo te necesito, sólo te pido que empieces a seguir con tu vida porque nada la va a traer de vuelta desgraciadamente, lo sé la vida es injusta, pero debemos recordarla con una sonrisa. A ella no le gustaría verte así, todo lo contrario, estaría furiosa". A lo que me respondió que tenía razón, nos abrazamos y nos fuimos a dormir.
Para la mañana siguiente, me desperté temprano como era habitual para preparar el desayuno y llevar a Blake a jardín, pero Nate se había ido. Por horas no supe nada de él, lo llamaba y no respondía, me empecé a preocupar, había decidido que al volver del jardín si no estaba aún llamaría a Joe, sin embargo, no fue necesario. Al entrar a nuestra casa dejé a las gemelas en sus cunas ya que se habían quedado dormidas durante el viaje en taxi, escuché el ruido de la ducha de nuestro baño privado, entonces me acerqué. Lo vi que estaba con los ojos cerrados, vestido y apoyado contra la pared mientras el agua caía sobre su cuerpo. Me preocupé y entré vestida como estaba, lo toqué para que me mire, acaricié su rostro, su pecho y le pregunté si se encontraba bien, movió su cabeza diciéndome que sí y nos quedamos en silencio mirándonos por unos segundos.
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Apoyé mi frente contra la suya y suspiré aliviada acariciando su mejilla. "Me diste un buen susto tontito" le dije sonriendo y tomó mi rostro con sus manos para besarme con fuerza. Sin despegarnos uno del otro me puso contra la otra pared y me miró buscando mi aprobación para seguir, sus ojos transmitían un deseo profundo y yo obviamente que no iba a quedarme atrás. Tomé su remera y se la saqué sin dejar de besarlo, entonces me levantó del suelo como si nada. Mis piernas rodearon su cintura y no sé en qué momento mi blusa voló por los aires, pero nos dejamos llevar.
- ¿En la cama o aquí? (Besando cada parte de mi cuerpo)
