Capítulo 8

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Al día siguiente, Matt recoge a Neil del departamento del entrenador y le pasa los apuntes, junto con su mochila.
-Gracias- dice agradecido.
-No hay problema, Nicky me dio tu cronograma de todas tus clases y todo lo que necesitas para estos días. Hasta que vuelvas.
Neil no responde a eso. La primera clase fue un tormento, no entendía cómo sus compañeros no vieron su cara de confusión. No comprendía la mitad de las cosas. Había una hora entre la primera y segunda clase, que Neil usó para ponerse al día en las materias. Leyó todo lo que pudo para estar preparado para el resto del día. No tenía mucha fe, deseaba que volviera su memoria de una vez.
Cuando cruzó las puertas del estadio, se sentía exhausto y con dolor de cabeza, pero se animó al escuchar el peloteo de alguien y el olor a cancha. Neil casi ni escuchó lo que dijo Wymack, solo siguió a sus compañeros al vestuario y se encerró en un baño para cambiarse.
-Hay algunas cosas que no cambian ni aunque pierda la memoria- dice Nicky desde el otro lado, hablando con otra persona.
Siguió a todos y se posicionó en su lado de la cancha, realizaba ejercicios con Holly, un arquero de primer año y Kevin. Quince minutos después, quería golpear a Kevin.
-Te dije que la posición de tus pies está mal. Recuerda.
-Si pudiera hacerlo, lo haría- dice el pelirrojo entre dientes.
-Mira, copia lo que hago y no dejes de hacerlo hasta que salga.
Estuvieron practicando los mismos ejercicios por casi media hora, Holly defendía mientras que Neil trataba de pasar por ella y llegar al arco. Cada vez que tiraba, la pelota era atrapada por el chico de primer año, Brian.
Estuvieron dos horas seguidas. En el descanso, Neil se refrescaba la cabeza con el agua de su botella. Su banda sostenía su pelo hacia atrás. Kevin no dejó de hablar desde que se sentaron, explicando todos los errores del pelirrojo. Cuando Allison se dirigió hacia él, casi estaba agradecido.
-Te ha crecido el pelo, ¿quieres que te lo corte? Creo que ya es tiempo.
Todas las miradas se dirigieron a su rostro y examinaron su peinado. Casi quería que Allison no hubiera interrumpido a Kevin.
-A mi me gusta- dice Nicky- la banda hace que pueda ver totalmente sus ojos. Son sexys.
Neil siente sus orejas arder. Agarra con más fuerza sus rodillas, que están apoyadas contra su pecho. Se aclara la garganta antes de hablar.
-Si quieres puedes cortarlo- dice mirando a Allison, sin querer que sus ojos vean a cualquier otra persona.
-Bien, cuando vuelvas a las habitaciones lo hago- soltó sin más la rubia. Neil comprendió lo que estaba pasando.
La forma en que lo dijo, su intento de desinterés mientras observa sus uñas. La conversación con Matt hoy en la mañana. Querían que vuelva a la Fox Tower, estaban tratando que tome la iniciativa y que vuelva. Volver sería regresar a su habitación. Su mirada se dirige al rubio, que se encuentra sentado un poco más alejado del grupo. Está tomando agua, y observa algo lejano. Como si sintiera los ojos de Neil, levanta la mirada lentamente y lo mira. Dos segundos después inclina la cabeza en su dirección, una pregunta. El pelirrojo mira hacia otro lado.

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En la segunda mitad del entrenamiento. Mientras Kevin seguía enseñándole cosas que ya deberia saber (palabras del más alto), empieza a observar el otro lado de la cancha, curioso sobre qué hacen los otros mientras él vuelve a aprender. Ve tácticas de defensa, varios defensores tratando de evitar los tiros de los delanteros. Ve cómo las pelotas se dirigen al arco y entran, o no, dependiendo de la habilidad del jugador, ya que Andrew no se ha movido en ningún momento. Se queda parado y Neil, gruñe por lo bajo.
-Tus ojos acá, Neil- dice Kevin y casi quiere golpearlo.
Al día siguiente, evita mirar el otro lado de la cancha. Evita que le importe lo que sucede y el poco entusiasmo del otro arquero. Trata que su molestia no aumente.
Funciona. Hasta después del descanso. Su mirada no para de dirigirse al cuerpo inmóvil al otro lado y está harto de su desinterés. Se da cuenta de que se está moviendo al otro lado de la cancha cuando Kevin lo llama a gritos confundido, ve las miradas de curiosidad de todos, pero evita mirar a nadie. No puede sacar los ojos de Andrew. Su molestia a segundos de explotar. El pequeño portero sabe que se está acercando, no es tonto, a pesar de todavía no lo mira a la cara.
Neil es precavido, generalmente se pondría a un brazo de distancia de otra persona, pero una mirada alrededor le dice que los backliner están muy cerca de ellos y no quiere que nadie escuche. Así que evita que se note lo tenso que está y se acerca lo más que puede a Andrew, evitando tocarlo. Aún así, el otro todavía no le presta atención. Neil agarra la red de la raqueta de Andrew para que lo mire, hasta que finalmente lo hace.
Los ojos de Andrew emiten aburrimiento, cualquiera podría decir que no le importa la cercanía, ni que le retengan la red. Pero Neil puede ver en sus ojos algo de furia, algo tan intenso que pone la piel de gallina al pelirrojo. No se aleja.
-Dime una cosa- dice Neil, apretando la red entre sus manos- ¿por qué estás aquí si no entrenas? 
-Porque el entrenador me dijo que debo estar acá- su voz suena algo ronca, como si no hubiera hablado en horas, capaz días.
-Entonces entrena.
-No puede obligarme, mientras esté aquí y no deje pasar tiros en los partidos. No le debería importar si no me muevo o no- su mirada ya se empieza a dirigir hacia otro lado. Neil agarra con más fuerza la red de la raqueta y la empuja, acercando un poco más su rostro al otro. Andrew entrecierra los ojos, pero no deja de mirarlo, al menos Neil logró eso. Siente a Nicky tratar de hablar detrás de ellos. No intenta escucharlo. Seguramente todos han dejado de entrenar para observar el espectáculo. Hasta Wymack debe estar mirando desde detrás de las paredes.
-Exacto, por qué estás aquí si no te interesa. ¿Es por tu beca? ¿Que tu hermano y primo tengan una? ¿Qué demonios quieres para que te esfuerces?
-Yo no quiero nada.
-Algo te mueve, lo sé. Lo vi en el partido contra los Binturones.
Neil no se espera la intensidad de la mirada de Andrew, casi hasta ve sorpresa en sus ojos, una pregunta.
-Lo vi en un video que me mostró Wymack- y con eso, el pelirrubio vuelve a cerrarse. Neil tiene que impedir que lo haga, sino esta conversación no tendrá nada de sentido.
-Responde, ¿qué te incentivó a jugar así en ese juego?
Andrew inclina un poco la cabeza, pensando.
-Podría decirse que fue un intercambio. Me pediste que cierre la portería, pero debías darme algo a cambio.
Neil se siente confundido, ¿él le ofreció algo por cerrar la portería? ¿por qué razón lo haría? Otra pregunta, ¿por qué Andrew lo escuchó? parece que el intercambio es algo que lo incentiva. Neil siente que su piel se eriza.
-Hagamos uno, un intercambio- él ve en los ojos del portero que está interesado.
-¿Cómo sería?-El pelirrojo lo piensa por un segundo. Se percata de la cercanía del otro ya que siente su respiración contra su rostro. Sus ojos bajan y observa el rostro de Andrew. Huele la nicotina.
-Harás los entrenamientos y yo…
-Irás en el auto con nosotros.
-¿Qué?- Neil se aleja un poco sorprendido.
-Me parece bien para mí- Andrew abre los brazos, una invitación- hago los ejercicios, todos los días y tú viajas en el auto con nosotros, todos los días.
-Pero estoy en lo de Wymack.
-Te buscaremos, te llevaremos a las clases, y te volveremos a dejar allí.
Neil se siente atrapado, como si se hubiera metido por si solo en una jaula. ¿Esto lo estaba planeando Andrew? ¿Alejarlo de los más grandes? No, no cree, al fin y al cabo fue él quién propuso esta idea. Piensa en los próximos días, ¿Le harían algo dentro de ese auto? Está furioso con él mismo, ya no puede volver atrás, él pidió esto. Decide que si le llegan a hacer algo, él estará preparado. Es rápido, puede escapar.
-A partir de mañana- dice, necesita prepararse mentalrmente para lo que suceda.
-Trato- dice Andrew, y se aleja para volver a pararse inmovil en la porteria.
Neil se aleja, ve que todos lo observan. Nadie intervino, será porque no se agarraron a los puñetazos en el arco. Eventualmente el grupo sigue con lo suyo después de un par de órdenes de parte de Dan, llama al orden. Neil se vuelve a posicionar junto a Kevin y sigue con los movimientos que estaban practicando.
-¿Qué mierda le dijiste?- pregunta Kevin.
Neil no responde.

Instante - AndreilWhere stories live. Discover now