Capítulo 21

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El sábado a la noche, nos dirigimos con Kevin y Andrew a las canchas para continuar con el entrenamiento. Nos subimos en silencio al maserati para llegar a nuestro destino. Neil vio desde el asiento del copiloto cómo Andrew golpeteaba un dedo contra el volante, las ojeras bajo sus ojos eran más oscuras que otros días. Algo andaba mal, el pelirrojo dedujo que era una pesadilla, recordó que anoche, escuchó al rubio levantarse del catre y dirigirse a la cocina en la madrugada, escuchó cómo encendía la cafetera y se dirigía hacia el living y prendía la televisión. Cuando se levantó para correr, lo vio durmiendo en uno de los puf y con las bandas puestas.

Neil no creyó que los acompañaría en el entrenamiento nocturno, pero lo hizo. Cuando Kevin dijo que ya era hora, apagó su cigarrillo en la ventana y siguió a los dos más altos hacia el auto. No habían hablado mucho ese día, pero aún así, Neil intentó estar a su lado por si necesitaba algo. Sabía que Andrew no le pediría nada, pero se mantuvo cerca.

Ya tenían los vestuarios puestos cuando se dieron cuenta que el rubio no los había seguido al vestuario, sino que se había ido hacia las gradas a acostarse, jugaba con unos de sus cuchillos mientras observaba a la nada. Los dos delanteros lo observaron desde dentro de la cancha. Kevin estaba a punto de decir algo, pero Neil levantó una mano para silenciarlo.

-Hoy no es un buen día, déjalo.

-Pero falta menos de una semana para las semifinales.

-Y nosotros haremos los goles, confiando nuestras espaldas a nuestro portero, como lo hemos hecho siempre.

-Él debe mejorar...

-Aún no recuerdo todo, pero he visto nuestros juegos el año pasado. Cuando aún éramos un montón de compañeros intentando ser un equipo, él se mantuvo firme y cerró la portería cuando lo necesitábamos. No lo presiones, no te voy a dejar- Kevin lo observó por unos segundos- ¿confías en él?

-Por supuesto- dijo sin titubear.

-Yo también- miró a las gradas, viendo que entre los asientos se veían un par de mechones rubios- hagamos nuestro trabajo.

.

El domingo fue un día tranquilo, los primos se pasaron toda la tarde jugando a los videojuegos mientras Neil realizaba sus deberes de fin de año, esperando con impaciencia que Kevin lo llame para entrenar.

Cuando finalmente era hora de irse, Andrew volvió a seguirlo. Aún seguía taciturno, sin hablar con nadie y dejando que Nicky llenara de conversación la tarde en la habitación. Anoche esperaba que el rubio se quedara a fumar un cigarrillo, luego de la práctica, pero cuando apagó el motor del auto siguió al más alto dentro de la Fox Tower. El pelirrojo los siguió por detrás sin hablar.

Al llegar al estadio el domingo por la noche, ya llevaban casi una hora practicando tiros al arco, cuando escucharon golpes en la puerta de la cancha para advertir que alguien entraba. Neil pensó que Andrew estaría ingresando, pero se sorprendió al ver a un tímido Colby entrar con su equipo y a Holly detrás de él, también equipada para el entrenamiento. Se acercaron con sus raquetas en las manos y un balde de pelotas extra.

-Hola, vinimos a entrenar- comenta la morena con una sonrisa. Kevin se acercó a ellos.

-Es tarde para que comiencen a practicar con nosotros.

-Lo sé, nadie pensaría que estaría desperdiciando un domingo aquí dentro también, pero aquí estoy- miró a Colby- aquí estamos, queremos entrenar.

-¿Por qué?- continuó el más alto.

-Porque Neil tiene razón- esta vez fue Colby el que habló, observando a su vicecapitan- si solo hacemos que el equipo se retrase, el próximo año, junto con los nuevos, nos destrozarán en la cancha. Quiero mejorar, quiero ser más fuerte- Neil le sonrió, antes de que pudiera decir algo, Kevin se adelantó.

Instante - AndreilWhere stories live. Discover now