Capítulo 20

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POV Andrew

Estábamos en el dormitorio de las chicas. Yo estaba sentado en la esquina del sillón, con Neil a mi lado mientras charlaba con Allison y Dan. La música estaba fuerte, los niñatos de primer año se encontraban en una esquina a los gritos mientras reían borrachos de algo. No quise venir, pero Renee apareció con un Whisky en la puerta, la miré por un largo tiempo, pero lo único que hizo fue mover la botella al frente mío. Neil pasó por mi lado, junto con un somnoliento Kevin. Al final, terminé tomando la botella y seguí a los malditos drogadictos a la habitación del lado.

Neil charlaba junto a mí, con una pequeña sonrisa mientras Matt le contaba algo que el pelirrojo aún no recordaba, la estridente risa del más alto me hizo doler un poco la cabeza y tomé otro trago de la botella. Neil apretó su pierna contra la mía, lo miré, no pareció que lo hiciera consciente. Si lo supiera, la correría de inmediato. Lo odio.

Su cicatriz se contrajo en su mejilla mientras reía junto con los más grandes. Por mi mente se reprodujo su sonrisa momentos antes en el suelo. Si terminamos en la misma posición como el año pasado, no fue a propósito. No era mi objetivo que recordara. No somos nada.

-A pesar de que te propongas negar que son algo, no quiere decir que no existe y que no está al frente tuyo. Es importante para ti. - las palabras de Bee flotaron entre nosotros, apreté con más fuerza la taza de chocolate caliente que tenía entre mis manos.

-No sé de qué hablas- contesté entre dientes.

-Sí sabes -no se dio por vencida- no quieres asumir que Neil es importante y que ha crecido su relación desde el año pasado. Tienes miedo de perderlo.

No podía negar en mi mente que crucé cada uno de los límites que había establecido con todo el mundo. Dejé que Neil me tocara en lugares que estaban por fuera de lo permitido para cualquiera. El simple hecho de que alguien lo hiciera me hacia enfurecer, golpear, hacer sangrar. Activaba recuerdos que no quería que estuvieran en mi mente. Un año desde Baltimore y Neil había roto todo lo que había establecido.

No, él no lo rompió.

Yo lo dejé, yo lo permití.

El viaje a carretera que mencionamos una vez en el techo volvió a salir a colación hace unos meses. Lo haríamos una vez que termine el campeonato, dejando a Kevin con los de primer año para que continuara yendo al estadio junto con su estúpido trasero fanático de Exy. Había aceptado, un poco interesado en la propuesta.

La llamada de Wymack aquella mañana hizo que mi muerto corazón dejara de moverse completamente. Que Neil perdiera la memoria solo hizo que cerrara todos los límites de nuevo, ¿quién era este tipo que me miraba con odio desde la otra punta de la habitación? Acercarme solo haría que se traspasen aquellos límites que Neil nunca cruzó, todo lo que había creado para no volver a lastimarme. Me cerré de tal manera que hasta dejé de hablar. Existía alrededor de mi pequeño mundo, yendo a clases con mi familia todos los días, pero no podía evitar mirar por el espejo retrovisor el hueco que faltaba, dejar de apretar el volante que el maldito junkie había comprado con su dinero. A veces pensaba en prenderlo fuego, conmigo ahí dentro. Arder hasta el final, como un simple cigarrillo.

El primer día que me habló luego del accidente, frente al arco, creía que cruzaría todo lo que Neil (el Neil del año pasado) nunca cruzó. Él olvidó todo lo que hacía que nosotros estemos juntos, que confiáramos en el otro ¿por qué seguiría confiando en él? Cuando me enfrentó lo único que vi fue enojo, ningún tipo de reconocimiento, creí que me golpearía o intentaría llegar a mí de alguna manera, pero en ningún momento me tocó.

Eso me hizo dudar de si fue la respuesta correcta cerrarme de esa manera, es por eso que en casa de Abby, luego del partido contra Belmonte, hablé con él. No es que no pudiera resistirme, mientras lo miraba en el césped del patio delantero, con los ojos cerrados mientras respiraba aire. Su cabello estaba oscuro en la noche, pero sus ojos seguían igual de celestes a la luz del pórtico, solo que ya no me miraba como antes, como si valiera algo. Sus ojos eran fríos, la desconfianza se veía a kilómetros. No creí que se acercara, pero lo hizo. Me hirvió la sangre que buscara respuestas con todo el equipo, excepto conmigo. Quería golpearle, gritarle que hable conmigo. Mi expresión no cambió, solo observé cómo se acercaba hacia el auto (aún sin tocar, nunca tocando) e inhalaba el humo. Siempre pensando en su estúpida madre golpeadora. Era un tema que casi nunca nombramos, él creía que lo amaba. Alguien que ama no golpea a sus hijos. Su respuesta era siempre la misma: ella lo protegía a su manera. Luego de que le ofreciera un cigarrillo y lo agarrara entre sus dedos, mi corazón se estrujó al pensar que recordaría algo. No lo hizo. Me preguntó qué quería. Quería golpearlo, gritarle, empujarlo contra el auto y besarlo contra el capó, sacarle la remera. Que diga mi nombre como siempre lo decía. Que se pare en mi costado, siempre preguntando. Si o no si o no si o no si o no.

Quería a Neil.

Quería nada.

Se lo dije. Pero en lo único en lo que él pensaba era en Exy. Debería haberme ido luego de eso, o echarlo, pero mi lado autodestructivo en mí dejó que se quedara apoyado junto a mí, mirando hacia la casa.

-Nicky, ¡ya suelta la maldita botella!- gruñó Aaron en la otra punta de la habitación. Si se encontraba acá era porque la animadora estaba ocupada.

-Nicky, ya dale la maldita mamadera de vodka al bebé y prepara unos tragos- gritó Allison, haciéndose escuchar por encima de la música.

-¡Sí! Hay que festejar que pasamos a semifinales otra vez- dijo Dijo Dan por detrás del sillón, donde seguía tocando el cabello del pelirrojo- somos malditamente increíbles- su sonrisa era salvaje.

-Estoy en ello- mi primo, el servicial, ya se encontraba alejándose hacia la cocina. Tomé un trago de la botella. Neil puso sus ojos en mí, inclinó su vaso en mi dirección. Le levanté la ceja, pero aún así le llené el vaso. No estaba borracho. Brindó dando un pequeño golpe en mi botella y luego se la llevó a los labios, guiñandome un ojo. Siempre tan malditamente coqueto. Mi mirada se dirigió a Allison que nos observaba, cuando nuestros ojos se encontraron, se giró hacia Renee, que se encontraba charlando serenamente con un borracho Kevin. Al rato, Nicky regresó con una bandeja llena de bebidas que dejó en la mesa ratonera. Agarró un vaso para él y su mirada se volvió hacia nosotros. Un segundo antes de que abriera la boca, ya sabía lo que iba a decir, apreté mis dientes con fuerza.

-Oye, Andrew, así que tu y Neil volv... uf! - exclamó Nicky, luego de que Allison lo golpeara en el estómago con su codo.

-Cielos, Nicky. Algún día tu gran boca te va a matar- la rubia dirigió su mirada hacia mí y asintió con la cabeza una vez, solo la seguí mirando.

-¿Que ellos dos qué?- comentó Sheena con su uña de un horrible color rojo tocando su labio.

- Nada que te importe- le respondió Allison, Renee colocó una de sus manos en su muslo, tratando de evitar el desastre.

-No le hables así- Jack, que estaba al lado de la morena, miró con odio a la de último año.

-Solo quería saber qué carajos estaban diciend...

-Nadie te metió en la conversación- siguió Allison, ignorando a la estudiante de primer año- ni siquiera sé qué hacen aún aquí.

-Basta- se metió Dan- estamos como equipo celebrando que estamos en las semifinales, ¿pueden dejar de intentar morderse cada maldito segundo?

-Puagg, no mordería a Jacky ni aunque me paguen -las palabras de Nicky hicieron que el delantero de primer año se pusiera rojo del enojo y la vergüenza. Aaron por primera vez se quedó callado, solo poniendo los ojos en blanco.

-¿Qué mierda dijiste?

-Toma un trago, Jack -dijo Holly ofreciéndole un shot a su compañero- estamos viendo con Colby quién puede aguantar más alcohol antes de desmayarnos.

-Si tenemos suerte, quizás se desmaya primero- le murmuró Matt a Neil, no lo dijo tan despacio ya que no solo yo lo escuché sino que Colby ahogó su risa con una tos.

Luego de eso, la música aumentó con mi borracho primo bailando en el medio de la habitación. Renee se arrastró a Aaron ya Allison también a la improvisada pista de baile. Di un trago a mi botella de Whisky cuando vi los ojos de corazón de Matt hacia Dan, estaban a dos segundos de estar uno encima del otro. Neil parece que también vio lo mismo, porque me susurró en el oído:

-¿Vamos al techo?

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¡Hola! Espero que estén bien :) Me intriga saber si les gusta la historia <3

Tengo pensado hacer unos fics cortos de Green Creek, ¿leyeron la canción del lobo? si es asi, espero que mas adelante se pasen a leerlo. Gracias por todo!!

Instante - AndreilWhere stories live. Discover now