Capitulo once: Bienvenido a casa.

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El fiscal Kao Ritprasert miró el reloj, eran casi las dos de la mañana y tenia una enorme cantidad de papeles que procesar, parecía que el crimen en este último tiempo se había multiplicado y él casi no daba abasto con tanto trabajo, tanto que las horas que pasaba en la fiscalía eran muchas más de las que pasaba en casa.

¿Aún no se retira, fiscal? —El guardia nocturno que la policía enviaba todas las noches estaba haciendo su ronda habitual cuando vio la luz encendida en la oficina.

No, lo siento, estaba procesando estos papeles.

No se disculpe conmigo, señor. Mejor hágalo con la señora, ya ha llamado como quince veces preguntando a qué hora llegará a casa. —Kao sonrió algo incómodo, ella no acostumbraba a llamarlo, de hecho, esa era la primera vez desde que esa mañana le había pedido el divorcio.

Dígale que ya me fui...

Eso le dije, señor. No sabía que seguía aquí.

Gracias, oficial. No se preocupe, me iré en unos minutos.

Por mi no hay problema, señor. Si quiere le traigo algunas mantas, comienza a hacer frio, si se va a quedar, es mejor que se abrigue.

No se preocupe por favor, vaya a terminar su ronda, me iré en unos minutos.

Kao revisó por última vez el informe que le envira Lom esa mañana, hace tiempo que no procesaban casos sobre NN, casos que correspondieran a jóvenes de entre dieciocho y veinticinco años, eso había acabado hace unos cuatro años, pero, aunque esas causas seguían abiertas, no habían logrado establecer las identidades de ninguno de esos jóvenes, entonces se le ocurrió que tal vez si revisaba todos los informes pudiese establecer alguna conexión con el nuevo caso, o tal vez no tuvieran nada que ver.

Caso tres, sexo masculino, entre vente y veintitrés años, laceraciones en manos y pies, como si hubiera estado amarrado por mucho tiempo, tres impactos de bala, cabeza, pecho, abdomen..., caso cinco; laceraciones en piernas y espalda, tres disparos, cuello, cabeza y pecho, mismo tipo de arma, imposible saber si era exactamente la misma, "las pruebas evidencian que la víctima estuvo atada, se encontraron evidencias en los restos de cuerda de nylon de veinte mm, también restos de cinta de embalaje gris de alta resistencia", Chiang Mai, tres de marzo de dos mil veinte..., Earth Kelly, médico forense"

Kao repasó con su dedo índice la firma de Earth, estaba casi todos los informes de autopsia, su trabajo era brillante siempre, cada detalle estaba escrito, las fotografías de todos los ángulos, su letra en cada proceso era inevitable encontrarse con algo que no le recordara, era inevitable no recordar el ultimo día que le vio, triste, furioso, gris, un Earth lleno de odio y resentimiento, lleno de dolor, de perdida.

El teléfono volvió a sonar, pero cuando vio el identificador de llamadas esta vez no era su esposa, era su hermano Boun.

­─ ¿Qué sucede? ­─ Boun suspiró agotado desde el otro lado de la línea. ­Tenemos otro NN, pero esta vez el chico aun respira. ­─ Dijo Boun.

­─ ¿Dónde estás?

─ Hospital general, el muchacho entrará a cirugía, tal vez Ohm pueda salvarle la vida. Te enviaré la ubicación del lugar donde lo encontré, trae a un oficial contigo, es un sitio peligroso.

─ Está bien, iré enseguida.

A Kao le pareció extraño que Ohm fuera quien operara a ese muchacho, hace años que no lo hacía o al menos eso es lo que decía Boun, no desde que asumió el control del hospital general, pero no lo pensó mucho, Ohm tendría sus razones, o tal vez no confiaba en nadie más para hacerlo, algo que no era extraño de suponer, Ohm hace tiempo que se había alejado de ellos también.

HEREDEROS DEL PARAÍSODonde viven las historias. Descúbrelo ahora