HEREDEROS DEL PARAÍSO

Capítulo veinte: Maldito apellido.

La casa estaba reducida a cenizas, no quedaba ningún tipo de recuerdo o algo que rescatar, al menos había logrado sacar a Sam, aunque no se había percatado de que estaba herido, sino hasta que el jefe de los bomberos le indicó que tendría que ir al hospital, extrañamente no le dolía, la herida era profunda, pero no sentía absoluto dolor, lo único que quería era que aquella pesadilla terminara, alguien había provocado todo advirtiéndole que no estaban jugando.

—Debe ir a que le revisen esa herida, señor. La señorita Sam se encuentra en perfecto estado, solo algo aturdida por el humo. Ya nosotros nos encargaremos de todo aquí, el fiscal está en camino tambien. —Dijo el jefe, así que Ohm esperó a que su hermano llegara.

—Si, gracias. —Kao llegó solo quince minutos más tarde, era prácticamente de madrugada y al menos sabia que Fluke y los niños estaban a salvo en casa de los Kelly.

—Debemos parar esto, Ohm.

—Tenemos que hacerlo rápido hermano.

—Los niños y Fluke están en la misión de los Kelly, he enviado seguridad a ese lugar.

—¿Qué hay de Prem, Boun y Earth?

—Prem se negó a dejar a Boun, así que he enviado custodia para ellos también, solo espero que podamos dar con ese maldito pronto, en cuanto a Earth... —Hizo un gesto para cuando Earth apareció detrás de él.

—No me mires así, es mi trabajo investigar, Kao. —Dijo enojado. —Recogeré evidencias, si quieres puedes acompañarme. —Le dijo pasando por su lado.

—Es imposible lidiar con él, cuando se le mete algo en esa cabeza no hay como detenerlo. —Dijo siguiéndole, Ohm sonrío en medio de toda la rabia que sentía.

—Bien, creo que ya tengo todo lo que necesitaba. —Dijo Earth una hora después. —Usaron acelerante, posiblemente bencina, es lo más común, tambien intervinieron el sistema de apagado de fuego, obtuve algo interesante.

—¿Qué cosa?

—Probablemente una huella, la analizare en el laboratorio. Usaré el comparador..., tal vez encuentre algo.

—Gracias Earth...

—¿Puede hacerme un favor, Ohm?

—Si, claro.

—Que vaya a casa, Fluke no estaba del todo bien, estoy seguro de que cuando le vea se tranquilizará. —Pidió avanzando hacia la camioneta.

—Primero ve a que te revisen esa herida, hermano. Se ve muy mal... —Dijo bajando sus ojos hasta el brazo de Ohm.

—Lo haré...

Pero no fue al hospital, solo se cubrió la herida lo mejor que pudo antes de llegar a la mansión de los Kelly, primero quería ver a los niños y a Fluke de lo contrario no estaría tranquilo, al menos no le dolía nada, sin embargo, volvía a tener esa crisis de ansiedad que le daba cada vez que pensaba en todo lo que estaba sucediente.

Fluke se paseaba de un lado para el otro cuando entró por fin en la sala, en cuento lo vio fue directo hasta él y lo miró de pies a cabeza.

—Por favor, no te preocupes, Fluke. Todo está bien...

—Pero..., tú casa..., tus cosas...

—Todo está bien, Fluke. Son solo cosas materiales, lo importante es que tú y los niños están bien. ¿Están dormidos? —Dijo evitando sus ojos, nunca había sentido tanto miedo como ese día.