Capitulo Trece: Juntos, pero no revueltos.

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Estamos a las afuera del tribunal penal de Chiang Mai donde a esta hora el fiscal de distrito Kao Ritprasert solicita la apertura del caso Roldan debido a que existirían nuevas antecedentes que demostrarían según los rumores la inocencia del fallecido doctor Fluke Kelly, ante esta nueva evidencia, el fiscal Ritprasert hizo solo una declaración esta mañana... "Si, existen nuevos antecedentes que podrían esclarecer este caso y exculpar de los cargos al acusado", "No, no puedo dar mayores antecedentes", "No, no daré más información"

—Fiscal, se dice que el fallecido doctor tiene un hermano gemelo, quien es el nuevo acusado por la muerte del fiscal de Nan, ¿es eso efectivo? Kao no dijo nada más.

—Fiscal, fiscal..., ¿es verdad que el señor Natouch Saintes es hermano del doctor Kelly?Las preguntas cada vez eran más insistentes, pero el fiscal Ritprasert no dio más información, si Natouch Saintes era el culpable de la muerte de Max Roldan, todos tendrían que pedir perdón a Fluke, aunque era demasiado tarde.

Kao miró la televisión, el video de Natouch Saintes saliendo de la estación de policías rodeado de sus guardaespaldas, la imagen de Ohm viéndole desde lejos le dejaba una enorme sensación de inquietud, Ohm debía estar sufriendo, incluso él estaba sufriendo al pensar en sus hermanos, pero por sobre todo en Earth.

Era apenas miércoles y ya estaba agotado, las largas jornadas para evitar ir a casa, las enormes rumas de papeles para evitar pensar demasiado, la incertidumbre con respecto a la identidad de Natouch, a él también le asaltaban las dudas, a veces creía estar viendo al joven medico en los ojos de ese chico lleno de odio y rencor, a veces creía estar viendo los ojos llenos de lágrimas de Earth cuando se enteró de la muerte de su madre y hermano, se sentía culpable, muy culpable por no estar con él, por no haber sido un mejor amigo.

Eran las diez y esa noche tampoco iría a casa, así que fue por un café y le compró uno al vigilante, pero cuando estaba por volver a su oficina ella estaba esperándole.

—Hola esposo...

—¿Qué haces aquí, Ava?

—Ya que no has ido a casa por casi dos semanas, consideré justo venir a verte a tu nuevo hogar... —Respondió ella irónica.

—Volveré a casa cuando firmes el divorcio. —Le dijo y luego abrió la puerta para entrar en su oficina, pero ella le siguió.

—Kao, ¿no es apresurada tu idea del divorcio? —Kao batió la cabeza.

—¿Seguiremos tomando terapia, Ava?, ¿Quieres que siga buscando una solución a un problema que no lo tiene?

—Kao, mírame..., nos casamos solo hace cuatro años... —Kao recordó y pensó que no había forma de regresar el tiempo.

—Tengo mucho trabajo Ava, ¿porque no vas a casa de tus padres por un tiempo?, vete y piensa que el divorcio es la mejor opción.

—¿Jamás vas a perdonarme el que me haya enamorado de tu hermano en el pasado?, ¿Qué te dejara por él?

—Mentiste, dijiste que solo tenías miedo de nosotros, pero luego..., todo aquello, los ridículos intentos por seducir a Ohm..., pero cuando él te rechazó, volviste a mi...

—La culpa la tienes tú, jamás me deseaste como mujer, jamás me tocaste, nunca has podido hacerme el amor, ¿Quién tiene la culpa Kao?

—Tú y tus trucos baratos para atraparnos, a cualquiera de los dos, no te importaba cual, ¿verdad?

—No, no soy yo..., es tu imposibilidad de dormir con alguien Kao. Tú eres el problema...

Cuando ella se fue Kao se derrumbó agotado sobre la silla, no quería pensar, pero había cosas en las que ella tenía razón, su matrimonio tambien falló por él, por su culpa, por su imposibilidad de sentir deseo o pasión por alguien, estaba muerto, completamente frio por dentro, no sentía nada, nadie era capaz de hacerlo revivir, no había ni un solo par de ojos que le hicieran sentir hombre.

HEREDEROS DEL PARAÍSODonde viven las historias. Descúbrelo ahora