PRÓLOGO

832 93 43
                                    

11 de noviembre del 2016

Quería llegar hasta los brazos de su madre y quedarse ahí, ese fue el primero y el único lugar seguro en su vida.

— No... —susurró con la voz agitada—, mierda —se quejó al ver que las calles estaban siendo manchadas por su propia sangre.

Su rostro estaba pálido, su marca estaba horrible y su cuerpo ya no podía más. Todo estaba dando vueltas, su mirada ya no era borrosa solo por su llanto, todo estaba acabando para él, para su cachorro, para... Taehyung.

Sin poder avanzar más se aferró a una de las paredes detrás de él. Las miradas de las personas no se despegaban de su moribundo cuerpo, pero... parecía que nadie hacía nada, o quizás... porque ya no los escuchaba con claridad.

Tenía mucho miedo, ¿qué podía hacer?, era lo que siempre había querido, pero... lo aterraba tanto, a él, a su lobo... y a su bebé.

1 de mayo del 2023

La mirada de Jungkook permanecía en los hermosos árboles del parque. El humo se escapaba de su boca dejándole un refrescante sabor a menta mientras que su mente divagaba en miles de cosas.

La noche ya había caído, pero el aire era tan cálido que no era necesario abrigarse, era un buen momento pero, estaba solo, y eso... lo disfrutaba.

Después de aquel horrible suceso en Daegu, se recuperó, pero... había algo que nunca iba a superar; la pérdida de su cachorro.

Al llegar al hospital, ni siquiera tuvo consciencia de elegir qué era mejor, pero... había sido casi un milagro seguir vivo, y todo gracias a aquel pequeño en su vientre, el cual... había recibido todo el daño para que su padre pudiera seguir con vida. Lastimosamente, con vida.

— ¿Llevas mucho tiempo aquí?

El menor asintió, ni siquiera había reaccionado ante la sorpresiva voz pues, pudo detectar su aroma mucho antes. Había... logrado identificarlo.

— Sólo... —observó su reloj— 30 minutos.

— Lo siento, amigo, es que... —suspiró sentándose a su lado— se me hizo tarde. ¿Guardaste tu uniforme?, mañana nos--

— Lo hice —interrumpió.

— No te ves feliz, ¿qué sucede?, son nuestras vacaciones después de 2 años  —lo observó.

— ¿Debe ser Búsan?

— Jungkook... pasaron ya 7 años, ¿qué te hace creer que él está ahí?, además, cambiaste mucho físicamente —sonrió tratando de darle ánimos— y si te lo encuentras... ya sabes defensa personal.

— Manduk... —rió—, no es eso, es que... odio esa ciudad. No solo él está ahí, están... todos los lugares donde... —suspiró.

— Hey —posó su mano sobre el hombro adverso—, fuiste ascendido tantas veces en tan solo dos años, fuiste y eres el mejor en todo, mucho más que militares veteranos, ¿por qué te afectaría un estúpido y viejo alfa? —frunció su entrecejo— pudiste aguantar torturas allá y... ¿me vas a decir que te afecta un vejete rabo verde?

Jungkook rió desviando la mirada hasta su mejor amigo.

— No lo entiendes, Manduk —suspiró de nuevo—, él me hizo... ver las estrellas, y subir hasta la luna.

— Pero también te arrojó cuando más lo necesitabas...

El silencio apareció, y la mirada triste y preocupada de Jungkook era todo lo que preocupaba al adverso. Había escuchado sobre su historia miles de veces, al punto en que el nombre de "Taehyung" era tan maldito para él.

— Tengo miedo...

Manduk suspiró profundo mientras apoyaba su cabeza sobre el hombro del azabache.

— Tengo miedo... —musitó— de ser un tonto adolescentes de 19 años, otra vez.

— Jungkookie, tienes 26 ahora, no puedes--

El sonido de aquel teléfono interrumpió aquel momento. Tomaron unos segundos hasta que por fin se levantaron de aquella silla para poder caminar fuera de aquel parque y dirigirse al auto de Yun, para luego tomar el viaje a... Búsan.

Tenía mucho miedo, pero, ¿qué tan mala sería su suerte para encontrarse a aquel alfa después de 7 años?

Era imposible... ¿o no?

I LEARNED TO PLAY |DPWT PT.2Where stories live. Discover now