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CAPÍTULO 1

3 de mayo del 2023

Las gotas se deslizaban cada vez más, los truenos eran mucho más fuertes y el frío se hacía presente; las calles estaban un poco vacías, las personas se refugiaban de la lluvia, todo era tan obvio para un mal día en Búsan. Tan triste como siempre.

Jungkook seguía algo molesto con sus compañeros, ¿por qué no ir a otro lugar?, claro, ellos si tenían por quién regresar, menos él. Sin familia, sin hogar, sin nada.

Había abandonado todos sus malos recuerdos en su servicio militar, se forzó a olvidarlos, pero era una lástima que ahora todo volviera a su mente. Recuerdos tan... dolorosos.

— ¿Todavía existe este restaurante? —rió Manduk— llevo años sin verlo.

— Solo te fuiste 3 años, ¿cómo iba a cambiar? —respondió Yun.

El azabache desvió la mirada hasta el lugar que sus amigos indicaban y fue ahí cuando todo pareció una película en su mente. Sus lágrimas ya no salían con tanta facilidad como antes pero... un nudo se formó en su garganta al reconocer tal lugar.

Llevó una de sus manos hasta su vientre disimuladamente. Ese restaurante era el lugar justo cuando estaba desangrándose, cuando su cachorro se había ido.

Seguía tan igual que hasta podía imaginar el liquido en el suelo.

— Hey.

— ¿Hm? —volteó hacia Manduk.

— ¿Todo bien?

— Fue una mala idea venir —se quejó entre dientes—, yo no quería volver a este lugar.

Todos observaron al azabache notando en su rostro el enojo, pero, ¿por qué se ponía así?

Sin decir nada más, siguieron conduciendo hasta llegar al hotel donde estarían hospedados aquel día. Todos estaban tan cansados que lo primero que hicieron fue ir hasta la habitación y tirarse a la cama para poder descansar, a excepción del menor, quien aún muy resignado fue hasta el balcón para poder observar el atardecer mientras fumaba.

Aquel vicio estaba aumentando cada vez más.

Su mirada estaba fija en todo su alrededor, se había ido hace 7 años de aquella ciudad pero todo seguía siendo igual de doloroso, cada calle, cada letrero e incluso las personas.

Era difícil creer que estaba ahí de nuevo, y aunque estuve tanto tiempo distraído, ahora solo podía recordar su llegada al hospital donde lastimosamente despertó. Estaba solo y perdido en un mundo donde él era la presa principal, donde ya ni siquiera su cachorro pudo quedarse a su lado gracias a las estúpidas acciones de su anterior alfa.

Pero... fue ahí cuando recordó a Namjoon, Yoongi y a Jimin. También se había olvidado por completo de ellos, todos parecían haber sido solo esos personajes extras que lo ayudaron pero que también lo derrumbaron. ¿Ellos pensarían en él?, ¿seguían viviendo en Búsan? Probablemente Jimin y Yoongi no, pero... ¿Namjoon?

— ¿Sigues molesto?

Jungkook volvió a dar una calada a aquel cigarrillo sin dirigirle la palabra.

— Amigo, no quisimos que--

— Me iré en una semana seguramente —respondió al fin, interrumpiendo—. Odio esta ciudad.

— ¿Te irás?, ¿a dónde?