El cuento es tan viejo como el tiempo,
tiempo que he perdido en vano buscando.
Buscando, muy lejos, algo que me haga sentir.
Sentir como cuando no tenía miedo,
miedo que vino con los corazones rotos,
rotos a pedazos uno siempre detrás de otro.
Otro día de esperar que se vuelva sencillo,
sencillo como las chispas que saltan del fuego,
fuego que arde porque es su naturaleza,
naturaleza que fluye sin detenerse a pensar.
Pensar que las penas no tienen remedio,
remedios calientes, dulzones, como de madre,
madre con sus tés para el dolor de garganta,
garganta llena de tristezas que abandonan los ojos,
ojos que ya se cansaron de solo ser testigos,
testigos de un cuento tan viejo como el tiempo.
YOU ARE READING
Mientras sigo aquí
Short StoryNo un diario, no enteramente ficción, no siempre real. Crónica, martirio, tortura. Relatos cortos, quizá, escenas de la vida; lo que me callo de boca para afuera, pero me hace mucho ruido en la cabeza. Las páginas que escribo mientras sigo aquí.