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Al día siguiente, se anunció la venganza de la princesa Thalia.
Fue durante el desayuno y por orden de Peter, se le pidió a Hermione que comiera con los miembros de la realeza ese día. La castaña se había negado, razonando que Thalia iba a cenar con ellos y por lo que había pasado la noche anterior, estaba positivamente segura de que prefería estar con Babbity y los otros Animales Parlantes que con la princesa iracunda.
"Trata esto como un pequeño castigo por golpear a la princesa Thalia", fue lo que dijo Peter. Por lo tanto, ella no tuvo más remedio que seguir.
Estaba sentada al lado de la reina Susan hoy, con Lucy sentada en el asiento habitual de Hermione frente a ella. La princesa Thalia estaba entre Edmund y Lucy y en este momento, le arrojaron dagas metafóricas. Hermione estaba segura de que si las miradas pudieran matar, estaría desangrándose ahora mismo.
El puente de la nariz de Thalia tenía un moretón de enojo, coloreado con una combinación repugnante de púrpura y verde. No estaba roto y, en secreto, Hermione se decepcionó por esto. Cuando golpeó a Malfoy durante su tercer año en Hogwarts, su nariz se torció y requirió un gran esfuerzo de Madam Pomfrey para devolverla a su posición inmaculada.
Las puertas del Gran Comedor se abrieron de golpe y entraron las bandejas de comida. La nariz de Hermione se arrugó al instante con disgusto y se sorprendió de que los demás, a excepción de la princesa calormene, lucieran la misma mirada.
Ayer, ella había probado algunos platos y Merlín, cómo sintió arcadas al instante. No podía precisar cómo sabían en realidad, pero todo lo que Hermione sabía era que era la peor comida que había probado en su vida. Según Azelma, eran los platos exóticos que se servían solo en calormene y, por lo tanto, solo la princesa podía disfrutarlos.
"Vamos a comer", anunció Peter, y el ruido metálico de los utensilios se escuchó instantáneamente alrededor de la mesa.
Hermione colocó con cautela algunos de los platos encima de su plato y solo esperaba poder sobrevivir a esta comida nuevamente.
"Entonces, estaba pensando", dijo la princesa Thalia. La castaña se irguió en su asiento, sintiendo que la mirada que Thalia le lanzaba se intensificaba. "Debido a algunas cosas inaceptables que sucedieron anoche", continuó. Hermione frunció el ceño en su plato y se negó a levantar la vista. "Exijo a Edmund que pase el resto de mi estadía conmigo".
