Capítulo 11

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Cuando abrió los ojos, se notó encogiéndose un poco por el escalofrío que le recorrió el cuerpo completo. Estaba desnudo, y helado. No había ninguna manta encima suyo, pero recordaba dónde estaba. Y con quién.

Giró el rostro con lentitud, la cama estaba vacía. Talló sus ojos con sus nudillos, parpadeó unos momentos y bostezó en silencio.

Se quedó unos momentos mirando arriba, sintiendo el fantasma de las manos ajenas acariciar su piel mientras pensaba demasiado en soltar la sonrisa que amenazaba con tomar sus labios. Respiró profundo, reconociendo el toque de la fragancia que inundaba la habitación.

Marihuana.

Se incorporó en el colchón con pereza, llevando su vista alrededor hasta posarla en el joven que estaba de pie en la ventana. Gotas resbalaban por el cristal y el cielo seguía estando oscuro.

Zayn estaba fumándose un porro, con el torso desnudo usando únicamente un vaquero negro que le quedaba algo grande de la cintura. Louis observó su anatomía delgada, con aquellos tatuajes de tinta negra resaltando en su piel canela. Era bellísimo, allí de pie, haciendo nada más que respirar en calma mientras observaba la lluvia afuera. Exhalando humo con suavidad... Aparentando infinita paz y comodidad.

El menor se levantó sin hacer mucho ruido, se colocó su ropa interior que tomó de algún lugar de la cama y con pasos cortos llegó hasta el pelinegro.

Pasó sus delgados brazos alrededor de la cintura de Zayn, abrazándole con cariño. Dejó un pequeño beso en su espalda y recargó su mejilla en la piel tibia. Sonrió, cerrando los ojos mientras suspiraba. Le encantaba sentir el calor ajeno, le encantaba poder tener en sus brazos aquello que más deseaba. Le encantaba poder abrazar a Zayn, recordar que después de varias actitudes habían terminado allí, en la cama, besándose y tocándose.

Louis suspiró, totalmente perdido.

—Me has dejado abandonado en la cama. —comentó.

—Estaba a dos metros de ti, siento que estás exagerando —el mayor comentó sereno.

Louis sonrió—. ¿Puedes sentir mi temperatura? Moría de frío. ¿Qué si muero de hipotermia?

Zayn quiso acusar a Louis de mocoso ocurrente, pero no lo hizo, primero porque en definitiva Louis era un mocoso ocurrente y en segundo porque estaba disfrutando mucho el dejar salir el humo amargo de sus pulmones.

—Pareces muy cómodo robando mi calor justo ahora —acusó sin embargo.

El menor lamió sus labios antes de besar una vez más la piel del pelinegro con lentitud, cerrando los ojos y entrelazando sus pequeñas manos delante del abdomen del otro. Disfrutaba de poder tener ese, consideraba él, privilegio. Adoraba poder sentir a Zayn cerca. Adoraba poder besarlo.

Estaba muy enamorado, y no tenía intención alguna de intentar ocultarlo. Se lo demostraría de una y mil maneras.

Zayn por su parte no se movió, y no es como si tuviese muchas ganas de hacerlo. Aceptó indiferente aquella muestra de cariño, pero muy consciente de que era demasiado íntimo, de que estaba mal. De que Louis estaba yéndose por senderos que no debía ir.

En lugar de decir algo, Zayn fumó más de su porro.

—¿Se ha hecho tarde? —preguntó Louis, separándose finalmente de la piel de Zayn.

—No. Apenas te has dormido una media hora.

—¿Y tú? ¿Por qué no dormiste también? —levantó la cabeza, mirando apenas una parte del perfil de Zayn.

—Tengo que llevarte a casa.

—Puedo decir que me fui temprano a la escuela, no preguntarían. —murmuró, dejando otro beso a la altura del hombro.

I'm not a good guyWhere stories live. Discover now