Capítulo 16

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Después de pensarlo durante un par de noches completas, lo estaba superando, sí.

Con la mejor de las actitudes, es decir, trataba de convencerse de que se había enamorado de chicos más lindos antes y definitivamente no había muerto cuando nada serio sucedió.

Pfff, no porque Zayn lo hubiera mandado a la mierda iba a deprimirse. Por supuesto que no, Zayn era hermoso sí, era un enigma también, pero Louis estaba bien. Claro que sí.

Además, Zayn no había decidido dejar de verlo porque no le apeteciera estar con él, era sólo que estaba algo idiota y paranoico. Louis comprendía, pero joder, no quería ser protegido de nada, quería estar con él.

Pero si Zayn lo había querido así, pues que se jodiera.

Era momento de, bueno no, no era momento de olvidarlo, porque no se podía olvidar a Zayn eso clarísimo lo tenía. Pero era momento de intentar, o de engañarse para detener su intolerancia a la situación.

No deseaba verlo. No. Le daba lo mismo si le buscaba (que no había sucedido), y por supuesto que no lo extrañaba.

—Animate Lou —escuchó detrás de sí, una voz frecuente que había aprendido a reconocer—. Es tu fiesta de cumpleaños.

Suspiró, levantando la cabeza de la mesa del comedor donde había estado recostado durante... No sabía. Pero todavía podía escuchar a Niall ir de un lado a otro dando órdenes a Liam y Federick, quienes estaban ayudando con los adornos desde hacía... Mucho tiempo. Niall era aficionado de la decoración y Louis estaba seguro de que llenaría de listones rojos y brillos cualquier cosa que estuviera frente a él.

En unas cuantas horas sería noche buena y evidentemente su cumpleaños número dieciocho, y bueno, él todavía se encontraba en pijama, con el cabello desordenado y sin haberse lavado los dientes. Niall literalmente llegó pateando su trasero para que se levantara de la cama de la cuál Louis no quería salir. Y bueno, después de bajar se sentó en el comedor y estaba seguro de haber dormitado un rato.

Pero aún se negaba rotundamente a decir que no tenía un buen ánimo.

Porque siempre se prometió jamás sufrir por ninguna persona. Jamás lucir miserable por alguien más. Pero allí estaba, sufriendo y siendo miserable. Sin aceptarlo.

—Estoy animado —soltó, bostezando mientras se tallaba un ojo con suavidad.

Harry se sentó a su lado en otra silla del comedor y frunció suavemente las cejas—. No, no lo estás. En tu cumpleaños pasado estabas ansioso y sonriente y yendo de aquí allá, pidiendo dulces, y chocolate, poniendo cualquier cosa encima del arbol, siendo una pequeña mierda enredando a Niall con las luces cuando se quejaba porque solo arruinabas más la decoración -el rizado le sonrió, sacudiéndole un poco el cabello—. Estabas feliz.

Louis hizo una mueca y rascó su cabeza.

—No hay razón para estar feliz, me hago un año más viejo. Para las doce ya seré todo un adulto con responsabilidades, no quiero —chasqueó la lengua, dejando caer de vuelta su cabeza encima de la mesa.

Harry sólo parpadeó, cruzándose de brazos.

—¿Todavía no te llama verdad? —soltó sin más, porque era evidente.

Y Louis gruñó, pareciendo más un jadeo de tristeza—. No me preguntes sobre él. Además, ¿cómo jodidos me llamaría? No tengo un celular todavía.

Harry ladeó una sonrisa.

—Pero estás triste por él.

Volvió a levantar la cabeza, fulminando a Harry, quien le sonrió en grande.

I'm not a good guyOù les histoires vivent. Découvrez maintenant