I'm not a good guy

Capitulo 18

El tiempo parecía pasar con lentitud.

Nada importaba mientras aquellas manos le sujetasen de la manera que lo hacían, se sentían cálidas y suaves luego de haberse colarse bajo la ropa para posarse en la piel de sus caderas, donde los delgados dedos con pequeños tatuajes apenas y apretaban.

Louis se sentía hundido, tan profundamente hundido.

Sus labios seguían moviéndose encima de los del mayor con lentitud, probando cada centímetro, humedeciendo con su lengua para luego volver a chupar y empujarse un poco más en contra suyo. Sus ojos cerrados, disfrutando del contacto.

Por primera vez en su vida deseo no necesitar del oxígeno, porque sus pulmones lo exigían y él no encontraba la razón para separse del pelinegro. No podían juzgarlo, lo adoraba.

Estando allí encima de Zayn, con las rodillas flexionadas a cada lado de las caderas del mayor mientras le rodeaba el cuello con sus delgados brazos y seguía besando sus labios, disfrutando y tomándose el tiempo para ello como si no hubiera nada mejor que hacer en el mundo... Estando allí, Louis se dio cuenta de que quería permanecer.

De que haría cualquier cosa para estar ahí.

Quería quedarse en esos brazos, quería que Zayn lo dejara hacerlo. Que no le evitara más, que aceptara de una buena vez que le gustaba tanto como a Louis, que le quería de la manera en que Louis lo quería, que le veía de la misma forma que Louis lo veía.

Que lo adoraba, que lo necesitaba.

Joder sí. Zayn lo hacía. Tanto.

Podían funcionar.

Podían intentarlo.

Louis se separó de Zayn apenas unos centímetros, cuando fue imposible negarse a tomar el aire que tanto necesitaban.

El ojiazul apoyo su frente en la del pelinegro y deslizó una de sus manos hasta acunar la mejilla del mayor, abrazándole todavía con el otro brazo. La misma estaba cubierta por una floja barba que apenas crecía y que Louis con dedos delicados acarició.

Observó a Zayn con ojos cariñosos, dedicándole una pequeña sonrisa que el mayor respondió, mirándole de la misma manera. Tan suave...

Eran solo ellos dos. Ahí, en una habitación silenciosa con solo la luz de la luna entrando por aquella ventana, mirándose a los ojos con esa adoración de palabras mudas.

Mirandose de la manera que lo hacían, sabían que no necesitaban palabra alguna.

No había palabras para expresarlo, para tratar de decirlo. No podían explicar lo que recorría sus cuerpos, lo que sentían.

Se querían y nada más.

Louis hacía mucho que lo había aceptado.

Zayn ya no podía poner una razón para negarlo.

Louis procedió a picotear una y otra vez los labios de Zayn en suaves y delicados besos, acunando su mejilla en la palma de su mano, hasta sentirse satisfecho. Hasta que el mayor sonrió, con ojos cerrados, soltando apenas una pequeña risa que brotó desde su pecho.

—Te quiero tanto. —dijo Louis con suavidad, acariciando la maltratada piel del otro con su dedo pulgar. Mirándole todavía de manera suave, profunda...

Zayn tragó saliva, abriendo los ojos luego de un largo rato donde pareció perderse dentro de sí siendo los labios del chico que sostenía encima suyo su única compañía en la penumbras.

—No entiendo por qué lo haces. —murmuró con una sonrisa, detallando una y otra vez las finas facciones de Louis, que a pesar de la poca luz seguían resaltando.