Capítulo 15

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—Uh, uh, aquí va, sí, ¡listo! Uf, no lo recordaba así de grande.

Louis le sonrió a su padre y admiró el enorme árbol de navidad que habían estado intentando poner de pie durante un rato. Había sido un lío sacar las cajas del sótano, luego sacar las piezas y por último armarlo para ponerlo de pie. Pero valía la pena, la familia era muy apegada a la navidad, y era un pino bastante hermoso como para solo olvidarlo en el polvo y la oscuridad.

Además, Charlotte y Felicité parecían bastante felices sacando adornos de una caja y otra, mostrándoselos con emoción a las pequeñas gemelas que veían todo desde sus respectivos portabebés.

Le gustaba ver felices a sus hermanas. Y daría cualquier cosa por mantenerlas así siempre.

—Louis, te tocarán las luces —soltó su padre, mirándole casi con pena.

—¡Papá! —Louis renegó, riéndose luego—. Hay que hacerlo ambos, es todo un lío.

—Puedo ayudarte.

—Tienes qué.

El timbre sonó y Louis escuchó a su madre desde la cocina pedir que atendieran, le dio una mirada a su padre y él asintió.

—Ya resolveremos esto en un momento —Louis gruñó con diversión y Johan sólo rió.

Abrió la puerta y sonrió, porque bueno, la visita era para él. Llevaba un rato esperando, y allí estaba.

—¿Llegué tarde? —preguntó Harry, alzando en sus manos una caja de galletas.

Louis negó, haciéndose a un lado para dejarle entrar—. Apenas empezamos con los adornos.

—Oh, bueno. Entonces todavía puedo ayudar.

Después de cerrar la puerta ambos caminaron hasta la sala, donde Johan y Harry se saludaron con un choque de puños.

—Hacía mucho que no te veía muchacho —soltó Johan, recibiendo una esfera en su mano por parte de Felicité—. Pensé que habían dejado de ser amigos o algo así.

Louis rió apenado, porque su padre tenía razón. Harry pasaba mucho tiempo de visita cuando eran pareja, después de terminar, Harry desapareció del cuadro familiar por meses. Pero bueno, no era cómodo seguir invitando a tu ex a casa un día después de terminar, ¿cierto?

Eso Louis no había podido explicar a sus padres cuando le preguntaron por "su amigo" Harry.

Habían necesitado tiempo para superarlo mutuamente. Y seguir con esa amistad estrecha que esperaban conservar siempre principalmente por la confianza y el cariño que se tenían.

—Oh no, nada de eso —Harry se adelantó, luego de ver a Louis sin saber qué decir—. Empecé a entrenar por las tardes en el equipo de futbol de la escuela y bueno, eso me quito mi tiempo para jugar videojuegos.

Johan asintió, volteando a ver a su hijo—. ¿Y tú cuando harás algo productivo?

Louis rodó los ojos con diversión—. Cuando tú contrates a una niñera que cuide a tus cuatro florecillas del jardín. Que es lo que hago siempre.

—Sí, me diste. —Johan fingió tener un dolor, que hizo reír a los jóvenes.

—Bueno, ¿en qué soy bueno? —preguntó Harry.

Louis sonrió de pronto, agachándose para recoger un manojo de luces enredadas—. Te encargaras de las luces.

Harry las tomó sin decir nada y se sentó en el suelo luego de ofrecerles las galletas a las niñas alrededor para comenzar con su trabajo. El padre de Louis le miró con las cejas arriba y el ojiazul sólo alzó los hombros con una sonrisa.

I'm not a good guyWhere stories live. Discover now