𝐉𝐔𝐃𝐀𝐒(𝐃𝐀𝐌𝐎𝐍 𝐒𝐀𝐋𝐕𝐀𝐓𝐎𝐑𝐄)
I wanna love you
But something's pulling me
away from you
Jesus is my virtue
And Judas is the
demon I cling to...
COVER BY @xElsyLight
—Dos días en este pueblo y ya tenemos un muerto. Que divertido—murmuró la joven con sarcasmo.
Madison metió las manos en los bolsillos de la campera y suspiró pesadamente viendo como la casa de en frente estaba llena de policías en la vereda y una ambulancia. Todos los vecinos estaban sorprendidos por lo sucedido. Al cabo de unos segundos los paramedicos sacaron a un hombre inconsciente en camilla. Además tenía puesto un respirador y una mano vendada.
La castaña cruzó la calle con la intención de acercarse a algun vecino o vecina y preguntar que fue lo que pasó dentro de esa casa. Tenía mucha curiosidad porque todo fue muy repentino. Sin embargo, algo(o mejor dicho alguien)interrumpió su caminata al estampar fuertemente su cuerpo contra el suyo causando que ambos caigan al suelo. Aparentemente estaba corriendo demasiado rápido como para notar que Madison cruzaba la calle.
El chico quedó sobre ella y tenía posicionadas ambas manos a los costados de su cabeza. La vista de la chica de cabello corto se nubló por un instante, cerró los ojos y frunció los labios con fuerza aguantando las ganas de gritar por el dolor físico.
Hijo de perra.
—Eso...dolió...—murmuró.
—Lo siento—se disculpó rapidamente y se levantó, se notó que estaba apurado. Madison abrió lentamente los ojos y logró ver con claridad el rostro del joven con el que chocó. Se trataba de un castaño con una mirada verdosa y bastante alto.
Si que es bastante atractivo, pero no deja de ser un hijo de puta. Sólo por no fijarse por donde va.
Madison se levantó sin su ayuda. Estaba a punto de reprocharle algo pero él se fue corriendo nuevamente, dejándola con la palabra en la boca. Tenia tantos insultos y no le dió la oportunidad de decirle ni uno solo. La castaña giró la vista para seguirlo con la mirada y vió que llegó a la casa donde sucedió el incidente. Uno de los policías se interpuso en su camino para impedir su ingreso a la casa. Luego el hombre se corrió y el desconocido logró entrar a la vivienda.
—La gente de este pueblo es tan rara—susurró y negó lentamente. Madison volvió a cruzar los brazos y se dirigió a a su casa nuevamente.
