𝐉𝐔𝐃𝐀𝐒(𝐃𝐀𝐌𝐎𝐍 𝐒𝐀𝐋𝐕𝐀𝐓𝐎𝐑𝐄)
I wanna love you
But something's pulling me
away from you
Jesus is my virtue
And Judas is the
demon I cling to...
COVER BY @xElsyLight
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Espero que no les moleste que empiece a hacer esto☹️
"You're in the wind I'm in the water Nobody's son nobody's daughter Watching the chemtrails over the country club"
Sebastián tomó dos copas de la bandeja de plata y le entregó una a Damon, quien previamente se había quitado el antifaz. La gente a su alrededor bailaba al compás de una melodía bastante animada. Los músicos estaban poniendo suficiente empeño. Damon no se sentía culpable por desobedecer las órdenes de Emma. Debía quedarse afuera y, como siempre, hizo exactamente lo contrario.
Damon se dio cuenta de que Sebastián tenía toda su atención puesta en algo o alguien más. Giró la vista y observó a un grupo de mujeres que bailaban alegremente. Entre ellas estaba Emma, pero una versión del siglo XV de Emma. La mujer de cabello oscuro lucía una amplia sonrisa y, de vez en cuando, se unía al baile con alguna de las chicas. Sebastián la miraba absorto. Estaba tan enamorado de esa mujer que lo dejó hipnotizado desde el primer momento en que la vio.
—Al parecer, ella es tu debilidad —murmuró Damon sin apartar la vista de Emma. Desde que la conoce, jamás la había visto tan feliz.
Sebastián asintió ante las palabras del mayor de los Salvatore.
—Es la mujer más hermosa que he conocido y estoy completamente enamorado de ella —confesó sin dejar de mirar a la Emma del siglo quince.
—¿Cuál...cuál es su nombre?—preguntó Damon simulando estar interesado.
—Emma—respondió Sebastian.
Emma se detuvo en seco y lentamente giró su vista hacia Sebastian. Sus ojos se iluminaron y una sonrisa amplia y genuina se dibujó en su rostro al verlo. Sebastian, al notarla, le devolvió el gesto con una sonrisa igualmente cálida. Emma dio un paso adelante, con la intención de acercarse a él, pero se detuvo inmediatamente. Algo en su entorno hizo que su sonrisa se esfumara en cuestión de segundos, reemplazada por una expresión de sorpresa y desconcierto.
Damon frunció el ceño, su mirada seguía a Emma.
—Parece un poco preocupada—comentó en voz baja, volviendo su atención hacia Sebastian. Sebastian, por su parte, observaba a Emma con una expresión de confusión y preocupación, incapaz de entender por qué su novia había cambiado su comportamiento tan repentinamente.
Emma desvió su mirada hacia el balcón, donde divisó a otra figura que la observaba intensamente. Era otra Emma, una versión de ella misma que aún llevaba el antifaz. Damon, a su lado, dejó escapar un suspiro profundo, su mirada siguiendo el mismo camino que la de Emma. Observó cómo la otra Emma, misteriosa y enigmática con su antifaz, le hacía señas a la Emma real para que se acercara, como si estuviera jugando un juego de provocación. Damon entendió entonces que ese era el objetivo de la otra Emma, desafiar a su verdadero yo a enfrentar lo desconocido.
