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"De locura, hipocresía total¿Quién puede hablar delamor y defenderlo?Que levante la mano, por favor¿Quién puede hablar deldolor, pagar la fianza?Pa' que salga de mi corazónSi alguien va a hablar del amorTe lo aseguroEsa no voy a ser yo"

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"De locura, hipocresía total
¿Quién puede hablar del
amor y defenderlo?
Que levante la mano, por favor
¿Quién puede hablar del
dolor, pagar la fianza?
Pa' que salga de mi corazón
Si alguien va a hablar del amor
Te lo aseguro
Esa no voy a ser yo"

El estado de Damon comenzó que empeorar después de la mordida de Tyler Lockwood. Dos días pasaron, dos días en los que tenía los minutos contados. Como no quería acabar como Rose, Damon se quitó el anillo y se puso bajo la luz solar, pero Stefan le apartó y lo encerró en el sótano de la casa.

—No vas a morir hoy—aclaró Stefan y trabó la puerta.

—¿Cuál es tu plan, Superman?

—Encontraré la cura.

—Si, un milagro y ya—ironizó—Buena suerte con eso.

—Tengo a Bonnie investigando, lo que sea.

—Tu siempre quieres ser el héroe, Stefan.

—Ya despídete y superalo—murmuró con la voz entrecortada y repentinamente comenzó a toser, expulsando sangre.

—Quédate quieto. Conserva energías—sugirió. Stefan se estaba conteniendo las ganas de llorar. Necesitaba encontrar rápido una cura para que su hermano mejore. No iba a dejarlo morir—Tienes visitas.

Damon dejó de toser y lo miró confundido. Stefan se alejó de la puerta y se fue, dejandolo con la palabra en la boca. Damon abrió los ojos sorprendido cuando vió a Emma y utilizó su velocidad vampirica para acercarse a la puerta.

—No vine a pelear, Damon—murmuró suavemente.

—Sacame de aquí—masculló—Me lo debes por no haberte matado.

—Y me sorprende que no lo hayas hecho cuando tuviste la oportunidad—agregó.

—¿Qué haces aquí, Emma?

—Vine a verte y a saber cómo estabas—se cruzó de brazos mientras lo miraba, porque a pesar de todo lo que estaba pasando y lo que ella había hecho se preocupaba por él. Además, estaban pasando por lo mismo.

—Evitando el hecho de que fui mordido por un hombre lobo estoy muy bien la verdad—masculló Damon de manera sarcástica

—Escucha, sé que me odiás y lo entiendo, pero solo vine aquí para saber de ti.

—Estoy bien. Ya puedes marcharte. Seguramente tienes asuntos más importantes para atender.

Emma suspiró profundamente y le mostró una llave, Damon frunció el ceño confundido.

—Stefan no notó que se la quité—sonrió de lado—¿Puedo entrar?

—Adelante—murmuró el mayor de los Salvatore, se alejó de la puerta y deslizó su espalda contra la pared hasta quedar sentado. Sabía que tarde o temprano ambos tenían que conversar y a pesar de que una parte de él quería acabar con ella, la otra le decía que se detenga y no lo haga.

¹judas, damon salvatore (tvd)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora