ESTO ES SOLO UNA TRADUCCIÓN AUTORIZADA
Su autor es Slushpuppy de AO3
El mundo de Chelsea Bennett se incendia cuando los hermanos Salvatore llegan a Mystic Falls...
... Menos mal que siempre le encantó el calor.
Chelsea se despierta sintiéndose muy incómoda. Ella no entiende por qué hasta que mueve una de sus piernas y se encuentra todavía con la ropa de ayer. Dormir en jeans nunca es una buena idea.
Se levanta y se quita la ropa antes de dirigirse al baño. Ella necesita una ducha.
Abriendo el agua, espera a que se caliente antes de saltar. Se puso una gorra impermeable en el cabello antes de entrar. Chelsea permite que el agua caiga en cascada sobre su cuerpo y rostro y alivie los dolores y molestias de la noche anterior. Ya se siente mucho más tranquila después de la purga de emociones de anoche.
Chelsea siempre ha lidiado con sus emociones negativas de esta manera. Ignorándolas hasta que tiene una cantidad insana acumulada y entonces llora en su habitación por la noche. Nunca se ha permitido llorar delante de la gente, ni siquiera de Bonnie, la hace sentir vulnerable de una manera que la incomoda.
Al salir de la ducha y apagarla, Chelsea siempre se siente un poco vacía. Por eso prefiere los baños, el calor la acompaña durante más tiempo.
Chelsea coge una toalla y se cubre antes de quitarse el gorro impermeable y dejarse el pelo libre. Se mira en el espejo y ve que el blanco de sus ojos está ligeramente enrojecido, señal de su llanto. Chelsea saca un colirio y se lo pone rápidamente. Odia sentirlas, pero son un mal necesario.
Decide vestirse primero antes de hacer su rutina de cuidado de la piel, después de todo quiere que su maquillaje combine con su ropa. Un vestido suena bien hoy... algo veraniego. Chelsea saca un vestido blanco vaporoso con dibujos amarillos y naranjas. Luego coge unos calcetines tobilleros y un par de bailarinas blancas.
Después de ponérselos, Chelsea se dirige al cuarto de baño y repasa su rutina facial antes de maquillarse ligeramente. Decide recogerse el pelo para mostrar sus clavículas. Entonces Chelsea se da cuenta de que se le ve el cuello e inmediatamente se suelta el pelo. Aunque el pelo suelto no oculta mucho su cuello, se siente mucho mejor que antes.
Chelsea oye que llaman a la puerta de su habitación y una voz le dice: "¡Date prisa, Chels, o llegarás tarde!".
Ella mira el reloj de su teléfono... mierda, no tendrá tiempo para desayunar.
"¡Ya voy!", grita Chelsea.
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Chelsea y Bonnie caminan hacia la escuela cuando oyen una voz que las llama.
"Bonnie, Chelsea". Las chicas se giran y ven a Stefan acercándose a ellas.
"Stefan..." saluda Bonnie.
"Hola." Stefan dice.
"Hola." Responde Bonnie.
Chelsea no dice nada y en su lugar se regodea en el incómodo silencio.
"No las he visto últimamente. ¿Cómo va todo entre ustedes?" Stefan pregunta a las chicas.
