Capítulo XIV

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Giotto.

Se hace lo que se puede.

Hemos estado un buen rato esperando porque alguno de ellos hable sobre lo que está sucediendo verdaderamente sobre la situación de Alexia. Ya no puedo estar más desesperado por descubrir que sucede en la vida de ella. Soy un idiota por querer mantenerla segura y no saber que más hacer para encontrar a esa persona que la quiere lastimar, pero simplemente ya no quiero que huya.

No quiero que se alejen de mí. Me costó tener a mi familia unida y en casa. Alexia es un volcán de emociones y así como en un momento me trata bien, en cuestiones de segundos cambia su parecer y me trata con frialdad. No me importa, yo me aguanto porque la amo, pero estoy en un punto donde si quiero saber en qué lado de su mundo me encuentro.

¿Estoy lejos o me quiere cerca?

—¿Ahora si podemos hablar de lo que me fue informado? —pregunta Tyler.

—Espera... Quiero saber lo del matrimonio arreglado que tuvimos Alexia y yo. De hecho, le dije unas cosas a ella porque creía que había sido así, pero en estos momentos estoy empezando a creer que las cosas no son como yo imaginaba —lo interrumpo.

El tío Alek suspira y habla.

—Cuando Alexia vino por primera vez, ella firmó un contrato con la empresa. Supuestamente era el contrato para trabajar como tu asistente, pero eso era una mentira. Ese contrato era matrimonial. En caso de que Alexia o tú quebraran la empresa, uno de los dos se haría cargo de los daños causados a la imagen de la compañía. Los padres de Alexia y Donato estuvieron de acuerdo. Más que todo porque en ese tiempo se te consideraba un bastardo infeliz prepotente. Tenían miedo de que alguno se arruinara. Por esa razón, si alguno de ustedes fallaba en algo, el otro se haría responsable —lo miro asombrado—. Sus padres no confiaban mucho en ella. Así que más que todo la propuesta fue de ellos para que nosotros nos hiciéramos cargo de ese desastre que consideraban hija. La amaban, pero debido a la realeza, no podían hacer más nada. Solo enviarla al tipo más rico que era un magnate y lo más probable era que también terminaría arruinado en cualquier momento.

—Vaya confianza que nos tuvieron —lo miro con decepción—. Ese documento de matrimonio es legal, ¿verdad? —asiente—. Estamos casados desde hace más de dos años y ninguno lo supo.

—Consumaron el matrimonio. Así que está legalmente vigente y sin problemas —sonríe—. También cometimos errores en el pasado y lo hablamos muchas veces, pero sobre el matrimonio por contrato fue por razones necesarias.

—No era tan necesario. Solo era confiar en sus hijos, pero ya no me importa. Mi padre tampoco es que tenía mucha fe en mí, así que está bien. Lo olvidaré por la simple razón de que, gracias a ese documento, ahora Alexia es legalmente mi esposa y no importa si es un contrato o no —respondo, miro a Tyler—. Puedes empezar con la reunión que tanto hemos atrasado.

Enciende la televisión para empezar a reproducir unas imágenes. Unas tenían datos e información sobre la familia de Alexia y los títulos que tenían todos.

—Tenemos el tiempo en nuestra contra. El trono de Alemania y Finlandia vuelve a estar en problemas por falta de heredero y debe tener un rey o una reina en unas semanas —habla con rapidez—. Por más que quiera hacer un resumen sobre lo que sucede con Alexia y cualquiera de su familia, no puedo. Debo hacer un resumen para contarles todo.

Él toma asiento después de cambiar la diapositiva y dejar la foto del príncipe de Alemania y Alexia.

¿Si Alemania tiene un príncipe, por qué Alexia debe estar en medio de eso? Ella fácilmente puede tomar la corona que le corresponde sin tanto problema.

El EmpresarioWhere stories live. Discover now