El Empresario

Capítulo Final

Unas horas más tarde…

Helsinki-Finlandia.

Giotto.

Cuando necesitas ir a un lugar de manera rápida, el mundo conspira contra ti para que sientas que nunca lo lograras. 5 horas habían pasado antes de poder sentir que el mundo avanzaba a mi favor. La casa estaba llena de gente muerta, incluso los hombres que yo envié para investigar de pie a cabeza Finlandia.

Definitivamente, si tú quieres un trabajo bien hecho. Debes hacerlo tú mismo para que salga bien.

Nos llevó tres horas dar con el paradero de la persona que estaba detrás del secuestro de Mateo. Había muchas personas muy malheridas porque simplemente di la orden de matar a todo aquel que se oponga al rescate de mi hijo. Vine con Alexia porque era necesario que ella estuviese aquí, para que esa persona le diera la cara y le diera sus propias razones, para el secuestro de nuestro hijo.

Bueno, más que todo es porque ella no quería quedarse en casa y esperar a que alguien le diera información errónea de nuestro Teo. No podíamos esperar a sus padres y que nos dieran un sermón por el secuestro y decidimos venir los dos, la única condición era que Alexia tenía que guardar la compostura, más que todo porque nuestro pequeño estaba prácticamente a salvo.

—Dios mío, mi pequeño tiene que estar bien. Necesitará mucho amor para poder superar esto —tomo la mano de Alexia para intentar darle apoyo.

—Está bien, amor —caminamos entre el cementerio de personas—. Solo debemos llegar a la casa y ver a la persona que está ahí adentro.

—Haces parecer que todo es sencillo —me giro a verla, sus ojos estaban llenos de preocupación, rojos e hinchados.

—Lukyan vino con Alek después de hablar durante tres horas sobre las decisiones que se deben de tomar. Nos movimos con rapidez y dimos con las personas restantes de todo esto. No fue una tarea sencilla, pero tampoco fue algo imposible. Se pidió la colaboración de algunos guardaespaldas, que eran amigos de mi gente, para dar con la mente criminal de esto —la tomo por sus mejillas mientras se las acaricio—. No lo estoy haciendo ver sencillo, simplemente después de buscar y luchar tanto por una persona que nos quería hacer la vida, una desgracia, el paradero se encontró.

—Yo solo quiero tener a mi hijo conmigo y que en la mañana esto sea un mal sueño para él… para todos —confiesa—. Tengo tanto miedo de lo que pueda pasar, que fui incapaz de quedarme en casa.

—Nunca te dejaría fuera de esto —beso su nariz—. ¿Tú perdiste la memoria de lo que pasó durante estos dos años?

Ella sonríe con vergüenza.

—No, pero era necesario hacerlo para distraer o confundir a las personas de la realeza. No se sabe en quién se puede confiar y la única manera de salir ilesa para descubrir quien traicionaría a los reyes, era perdiendo mi memoria temporalmente —suspira, poniendo sus manos sobre las mías—, solo sé por tu tío Alek, que las personas habían dejado algunas pistas de los posibles paraderos, pero nunca me dijo quien era el principal sospechoso de esto.

—¿Valió la pena fingir todo este tiempo? —pregunto, recordando lo que me hizo sentir.

—Descubrí lo que mis padres te hicieron y simplemente su máscara de padres perfectos, se cayó —se aleja para seguir caminando—. Descubrí que mi hijo y yo no pertenecemos aquí. Nuestro hogar es contigo y aunque él puede elegir su destino más adelante, renunciaremos a los privilegios que nos otorgan por ser monarcas.

—Vamos por nuestro hijo, Fiona.

Con mala cara asiente y seguimos pasando por el lado de muchas personas, antes de poder entrar a la casa.