Capítulo 7

221 10 4
                                    

Oliver

Yo tenía que estar mucho antes del vuelo y todo eso, así que Maddie, Logan y Daisy se quedaron alistando. Mientras nosotros nos reunimos antes del despegue, Zoé llega y se sienta a mi lado, la ignoro cuando mueve sutilmente su pierna o manos para que se roce conmigo. Así que cuando veo que se acerca cada vez más la miro.

—No tengo polen para que seas una abeja tan necesitada.

—No soy una necesitada.

—¿Ah, no? Porque te pegas a mí exactamente como a una. No quiero tus servicios.

Me lanza una mirada de muerte mientras yo la sigo ignorando. Se levanta y se sienta al otro lado de la mesa mirándome con odio. Así en el resto de la reunión antes de subirnos al avión, nos aseguramos de que todo esté en orden y mientras escribo un mensaje.

Oliver: Buen día, pequeña bestia. ¿Adolorida?

Maddie: Estaría mucho más adolorida si hubieses tenido el valor de follarme.

Oliver: Tengo el valor de darte una buena follada. Pero no se recomienda en tu condición. No quieres tener que ir al hospital de nuevo.

Maddie: ¿Por qué, porque no pudiste darme mi orgasmo?

Oliver: Sí que te lo di. Mi lengua estuvo dentro de tu coño. Sentí cómo me apretaste tan bien que todavía tengo tu sabor en mi boca y la polla como una roca por la imagen de anoche. Disfrutaste cada momento de mi lengua y lo sabes.

Maddie: Eres un idiota, procúrate de pilotar bien. No quieres que nos estrellemos en algún lugar.

Me río sabiendo que no va a responder nada de lo que le dije porque, aunque ella no lo diga, nadie le ha hablado de esa manera y se siente extraña. Siempre que le digo algo así sus mejillas se tornan rosadas.

Y jodidamente me encanta ponerla nerviosa o que no encuentre respuesta a lo que yo le diga.

Así que dirigimos un vuelo seguro y cuando todos ya han bajado, mi mejor amigo ya se ha ido a casa con su novia y Maddie también se ha ido, agarrando mis maletas llamo a Aaron para que venga por mí y cuando ya he terminado todo salgo del aeropuerto y él está ahí esperándome.

—¿Cómo te fue? —me pregunta mientras guarda mis maletas en la cajuela.

—Fue muy bien, de hecho, se siente bien manejar un avión. Ahora te entiendo.

Me sonríe mientras se acomoda los lentes.

—Sí, aunque es muy diferente. Los aviones de guerra a un avión comercial.

Sí, mi padre, Aaron fue un militar y piloto de combate. Él fue la persona que me enseñó a que me gustara la aviación, pues siempre me llevaba al aeropuerto militar y me enseñaba los distintos aviones que había o me llevaba a exhibiciones y me contaba cada experiencia.

Entonces me comenzó a gustar todo lo que tuviera que ver con aviones y Aaron siempre me apoyó en todo lo que yo quería incluso en esto, aunque mi madre no quisiera.

Aaron se convirtió en mi padre porque me crió, me enseñó todo lo que yo necesitaba de un padre. Sé quién es mi padre biológico y a Aaron me dijo que él nunca iba a reemplazar su lugar. Y entonces después vino mi hermana, Arely, como regalo porque ella nació el día de su cumpleaños.

—Tú madre estaba preocupada que no quiso dormir el día que saliste de aquí. Incluso cuando le llamaste y le dijiste que llegaste sano y salvo.

—Es mamá, tú sabes que se preocupa demasiado. Por eso no me gusta darle muchas preocupaciones para que duerma tranquila.

Unidos por un Error Where stories live. Discover now