Capítulo 8

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Maddie

Todo fue un completo caos en el partido, accidentaron a Logan y todo el estadio se impactó, Oliver y Daisy fueron corriendo hacia él con toda su familia, así que ahora estamos en el hospital viendo su proceso, estoy aquí por Daisy y Oliver que han estado con él, voy a la cafetería por un café con vainilla para Daisy y un batido para Oliver.

Me siento a su lado después de entregarle el café a Daisy, le tiendo el batido. Lo toma y suspira mientras recuesta la cabeza sobre la pared, lo miro con atención, con mi mano buena le acaricio el dorso de la suya.

—¿Has dormido un poco? —le pregunto.

—No.

—Tienes que dormir, él ya despertó y nos despachó a todos porque quería pasar tiempo con Daisy, el muy egoísta.

Se le eleva una comisura de la boca, pero no dice nada.

Me he fijado que es raro que sonría mucho o que tenga mucho contacto, a mí sí me gusta el contacto, pues soy la que más lo toco. Y a él le gusta.

—Ven vayamos a tu casa.

—Bien.

Cuando Logan sale va a su departamento, Daisy y Alexa preparan sopa de pollo para todos y después de comer, Oliver me lleva a su casa, le saco plática a cada tanto porque tiene mucho sueño y me dice que no quiere dormirse mientras maneja. Cuando llegamos, se tira sobre la cama, me siento a su lado.

—Necesitas bañarte.

—Mmm...

—Oliver, ven. Tienes que bañarte.

Se puso de pie y se quitó toda la ropa mientras caminaba hacia el baño, mantuve mis ojos en su espalda para no ver su culo desnudo, cuando llegó a la bañera, se sentó. Me miró mientras recostaba la cabeza sobre el borde.

—¿Te vas a meter conmigo?

—No.

—Entonces no encuentro la gracia de hacer esto.

Me río mientras abro el grifo del agua tibia para que se llené hasta la mitad, Oliver cierra los ojos mientras el agua le relaja los músculos, con mi mano buena le echo un poco de champú en el pelo y lo acaricio con suavidad, él no dice nada mientras se relaja, después de enjuagarle el cabello y el cuerpo, lo llamo.

—Oliver. —No responde—. Oliver. —Nada—.

Me asusto porque me recuerdo a mí en una bañera siendo ahogada por alguien. No quiero que eso le pase a Oliver.

—Oliver. —Lo sacudo y abre un ojos mientras suspira.

—¿Qué pasa?

—Dios, eres un ser diabólico. Deja de dormirte en la bañera. —Me regala una sonrisa mientras se pone de pie. Mostrándome todo su cuerpo firme, las gotas de agua se deslizan por cada lugar exacto y se me hace agua la boca.

Agarra la toalla mientras se inclina sobre mí y se me va el aliento, me sonríe mientras envuelve la toalla en su cadera, me toma de la barbilla.

—¿Quieres que te traiga una taza para que no derrames tanta baba sobre mi baño?

Le golpeo la mano que tiene en mi barbilla, pero la baja hacia mi cuello y me da un beso en los labios y sale del baño. Voy detrás de él, y se quita toalla y toma unos pantalones cortos y se los pone así sin más, sin calzoncillos. Y la sola idea de saber que siempre duermo con él, porque literalmente no me deja dormir en otra parte, y tiene la polla suelta me revuelve las hormonas.

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