Capítulo 17

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Oliver

Acompañé a Maddie al cementerio, porque ella dijo que ella quería ir a ver a su madre, como ahora que estamos en la lápida de su madre, se ha puesto un gorro de lana y un abrigo le ha traído flores y se ha sentado sobre la lápida decorada con el nombre de su madre.

Dalia Maxwell.

Hemos estado aquí desde hace un hora, a Maddie se le vuela un poco el pelo por debajo del gorro, pues ha estado frío el día de hoy. Me he sentado en un banco a su lado, y le he hecho compañía, pero no ha hablado, solo ha limpiado su nombre, le ha quitado las flores marchitas y ha puesto la que ella trajo.

—Quiero poner su fecha real —susurra.

—¿Su fecha real?

—Sí, ella murió el dieciocho de diciembre, esa es su fecha real. Quiero poner la real.

Asiento.

—Bien, llamaré a alguien.

Asiente y se pone de pie, alisando su buzo negro, se sienta en el banco frente a mí y le echo el brazo al hombro para a acercarla a mí, ella recuesta su cabeza sobre mi brazo.

—Es extraño.

—¿Qué lo es?

—Es extraño sentir tanto por alguien que no recuerdo, pero al ver sus fotos y leer sus palabras hacía mí. El saber que pude haber tenido todo lo que siempre he querido, que es una madre que me entendiera, una madre que me apoyará, una madre que siempre estuviera para mí.

Paso una mano por su gorro, acercándola a mí. Le doy un beso en la sien, pasamos unos minutos más en el cementerio y cuando vamos a subirnos al auto me cae una llamada.

—¿Qué quieres?

—Hola, buenas tardes. Que tu madre no te educó con buenos modales.

—Qué gracioso, Logan, ¿qué quieres?

—Necesito que me lleves al aeropuerto.

—¿Por qué yo?

Bufa.

—¿Por qué crees, inepto? Para tener una despedida dolorosa y de película. Recógeme dentro de quince minutos.

Maddie me mira cuando se sube al lado del copiloto.

—¿Era Logan?

—Sí.

—¿Qué quería?

—Que lo fuera a dejar el aeropuerto.

—¿Va a irse?

—Sí.

Arranco y llegamos a la casa de los padres de Logan, nos bajamos y Maddie se queda de pie al lado del auto, la miro esperando que camine a mi lado, después de dudar un momento se pone a mi lado, toco el timbre y tía Alexa abre la puerta con una sonrisa y llena de pintura.

—¡Oliver, qué gusto tenerte aquí! —Me atrae hacia ella para abrazarme, cuando mira a Maddie a mi lado, le sonríe y la atrae a ella—. Veo que pudiste dominar a este hombre.

—No fue tan difícil —musita ella devolviéndole el abrazo.

Alexa se ríe.

—Sí, lo sé. Las mujeres tenemos un gran poder sobre estos hombres.

—No lo pongas en duda.

—¿Y Logan?

—Ya va a bajar, está alistando —susurra, borrando la sonrisa.

Unidos por un Error Where stories live. Discover now