Tocando fondo

423 47 4
                                    

Los personajes le pertenecen a Masashi Kishimoto


Estacionó su elegante vehículo a tan solo unos metros de la casa de su hermano, no entendía por qué Sasuke se había ido a mudar a una casa él solo. Bueno, en realidad sí lo sabía, era porque él quería estar más cerca de la universidad, no tener que escuchar a los alborotados sirvientes de la mansión donde anteriormente vivía con sus padres y, principalmente, para tener más intimidad. Sonrió levemente ante tal pensamiento, con un aire pícaro, provocando que las dos mujeres que pasaban cerca de él exhalaran de golpe todo el aire que estaban conteniendo desde que lo vieron pasar. Era muy apuesto.

.

Caminaba con paso agraciado y cada poro de su piel desprendía autoridad, intimidando a cualquiera que lo viera; su imponente altura, su porte elegante, le hacían sobresalir entre los demás y hacían notar que él no era igual a ellos. Llevaba puesto una camisa de un color gris-azulada con finas líneas de color azul oscuro; un pantalón de vestir color negro, y unos zapatos de igual color. Su brillante y lacio cabello recogido en una simple colita baja, que ataba su abundante melena color azabache. Tenía en su cara una expresión neutra, como si lo que pasara a su alrededor le fuera irrelevante, pero sus ojos lo veían todo. Él sabía lo que pasó, lo que pasa y lo que pasará con respecto a su entorno, nada se le escaba de las manos. Siempre se caracterizó por poseer una astucia innata y un gran coeficiente intelectual, siempre fue elocuente, siempre sabía lo que había que decir y cuándo había que decirlo. Él lo sabía todo.

.

Pero cuando sacó una copia de las llaves de la casa de Sasuke y abrió la puerta, nada lo preparó para lo que vió.

.

Una mujer... bueno, una muchacha. Calculaba que de la misma edad que su hermano. No tuvo tiempo de analizarla mucho más. Lo que principalmente le llamó la atención era que esa muchacha estaba a punto de cometer un atentado contra ella misma.

.

-"¡¿Pero qué demonios estás haciendo?"-su estridente voz hizo eco en toda la casa, sacando a Sakura de su transe y provocando que la navaja que tenía en su mano cayera al suelo. Miró entre sorprendida y asustada a quien había interrumpido en una situación (según ella) muy bochornosa.

.

Itachi seguía incrédulo, quería morirse, ella quería morir. ¿Quién era esa chica y porqué estaba a punto de suicidarse en el living de su hermano? No lo sabía, esono lo sabía.

.

Sakura permanecía en un estado de estupefacción total, si no fuera porque su pecho subía y bajaba al compás de su agitaba respiración, parecería de piedra. No podía moverse. La atraparon en el momento justo, antes de cometer la peor locura de su vida. Dios... casi se quita la vida por culpa de ese maldito.

.

Esa mañana, cuando despertó, Sasuke no estaba. Igual que siempre... había pensado. Pero luego, su cabeza comenzó a palpitar y le dolió, como cada vez que recordaba algo doloroso. Y lloró, lloró incluso más de lo que alguna vez lo había hecho. Ella no se merecía eso. Le había dado todo, cambió su estilo de vida, su forma de ser y le dio todo el cariño y amor que pudo. Pero a él no le importó. Cada lágrima derramada servía para inflar su ego y para que sepa que nunca iba a ser importante en su vida. Ella no era muy diferente a lo que era una simple puta. Porque así se sentía, como una puta.

Entró a bañarse y se refregó el cuerpo tantas veces como pudo, hasta el punto de lastimarse, solo porque aún lo sentía en su piel. Sentía sus besos ardientes y sus grandes y escurridizas manos tocándola por todos lados, de la misma manera que lo hizo con Karin y con quién sabe cuantas más. No lo soportó. Una parte de su cerebro dejó de funcionar. Y cuando menos se dio cuenta, terminó recostada contra el sillón en el living y con una navaja en la mano.

MonstruoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora