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Quiero agradecer a Rosemary2340 por seguirme, y por leer todas mis historias. Por personas como ella, me inspiro a seguir escribiendo. Este capítulo está dedicado para ella.

Justo cuando creo que todo irá bien, llega alguien o, en este caso, algo. Que arruina mi tranquilidad, junto con la tranquilidad de las personas que me rodean, de las personas que quiero.
¿por qué alguien querría hacerme daño? No soy una mala persona, bueno, no lo era. No es que me considere mala, puede ser más el sentimiento de que eh cambiado, y debo aceptarlo. No quería dejar a Kankuro solo, sabía que tenía que quedarme allí.

Estaba nerviosa, en el momento en el ambos subimos al auto, hubo un incómodo silencio entre ambos, mis manos me sudaban, intentaba ocultarlo    tomado con fuerza mi blusa. Mi vista estaba perdida, en algún momento tendríamos que hablar de tema, pero, sinceramente prefería evitarlo. Miré de reojo por unos cortos segundos a Naruto, su expresión era seria, no mostraba nerviosismo. ¿Cómo puede estar tan serio? Creamos un show en aquel restaurante, obviamente, gané nuevas enemigas, pero eso es lo de menos. No me importaba en absoluto esa chica. Quise terminar el silencio, pero apenas la palabras iban a salir de mi boca sentí una vibración en mi bolsillo trasero.

-¿Temari?- dije al contestar el teléfono.

-¡Sakura! Tienes que venir, rápido.... Kankuro.... Él...- escuchaba con claridad sus quejidos. No entendía lo que trataba de decirme, pero puedo apostar a que no es nada bueno, tomé una gran bocanada de aire y me prepare para lo peor, tenía que apoyar a Temari, el que yo llorara como Magdalena, la verdad, no servía de nada. Tenía que ser fuerte por ella, para ella.

-Temari, tranquilízate, habla con claridad.- pude escuchar un gran suspiro.

-Ven lo más rápido posible.- después de decir esas palabras frías y secas. Sentí un gran vacío en el estómago.
Todo el asunto de Sasuke, me desvío de mi verdadera preocupación.

U.

-¿Qué pasó?- preguntó serio Naruto.

-Frena.

-¿Qué frene?

-¡Frena maldita sea!- Naruto, no lo pensó no dos veces, esta vez. Se orilló al lado de la carretera. En el momento en el que paró salí del auto, camine un poco, con los ojos entrecerrados para evitar el polvo. Tomé con desesperación mi cabeza, sin tan sólo me hubiese quedado una noche con él, esto no estaría pasando. Sentí como algo corría por mi garganta, las náuseas me desesperaron más, esa cosa pedía salir. Agache mi cabeza, y vomité todo ese estrés, todo ese temor. La sensación era horrible, mi garganta quedó con una incómodidad.
Inahe y exale, escuché la puerta del auto cerrarse.

-Sakura, por Dios ¿estás bien? - era Naruto, había salido del auto.

-Sí- me giré, caminé hacia la puerta del conductor, Naruto me miró sorprendidó.

-Entra- le ordené, no lo dudo ni dos veces y rodeó el auto para entrar en el lugar del copiloto.

Pisé con fuerza, yo conducía mejor, mucho mejor que Naruto, llegaríamos en pocos minutos.
Tomé con fuerza el volante, estaba asustada, tenía que tranquilizarme, pero no podía, yo tenía la culpa de todo esto. Ese maldito imbécil de U. ¿Qué es lo qué buscaba realmente? ¿dinero? No. Soy la persona menos indicada, sólo tengo unos centavos, nadie iría atrás de mi riqueza. ¿Entonces?
Sentí la mano de Naruto en mi rodilla, lo miré, su expresión era sería, sus ojos me gritaban que todo iba a estar bien.
Le sonreí.
Me estacione en la entrada del hospital, sin cerrar la puerta del auto, salí a toda velocidad, corriendo por los pasillos, no me detuve a preguntar en que habitación estaba, corrí hacia la sala de emergencia, abriendo todas y cada una de las puerta, mi desesperación era incontrolable, mi corazón latía fuertemente, mis piernas me temblaban, parecería que en cualquier momento no podría más y caería a el suelo rendida.
Respiraba con dificultad, mi frente llena de sudor, el calor que sentía en mi pecho, todo me estorbaba.
Los pasillos eran interminables, estaba a punto de detenerme, mi piernas ya no podían más, pero entonces la mire, un alma desconsolada, sí no fuese por el color del cabello, no la habría reconocido, y fue entonces cuando tomé más fuerza que nunca y corrí desesperadamente, di por pasada a Temari, no pararía a consolarla, porque no puedo ni consolarme yo.
Sé que me vio, porque escuche un débil susurro con mi nombre.

Llegue, no puedo decir sí en el mejor o en el peor momento, los doctores y las enfermeras lo rodeaban, Kankuro yacía en la cama con el pecho descubierto.

No puedo hacerme la ignorante, ojalá pudiera ser así, ser inocente, pero estudió medicina, no puedo engañarme y creer que estará bien. Inconscientemente sentí el sabor salado de mis lágrimas. Todo era mi culpa.
Abrí la puerta con brusquedad, me acerque a él.

-¡Sakura!- era Temari, por el todo de su voz, supe que estaba asustada.

Lance a las enfermeras.

-¡NO PUEDES ESTAR AQUI!- todos gritaban lo mismo.

-Kankuro, vamos, despierta. Tú puedes superar esto, eres fuerte.- lloraba con más fuerza que antes, sentí los brazos de alguien sujetarme por la espalda, el sujeto me alzo y yo comencé a patalear.

-Sakura, tranquilízate- Naruto me sacó fuera de la habitación hasta el pasillo, en el momento en el pisé el suelo, corrí de nuevo hacía la puerta, pero Naruto me tomó de la cintura impidiendo que avanzara más.
Y fue entonces cuando alguien puso la cámara lenta, Temari llorando, Naruto sujetándome y yo forzándole con fuerza. Los doctores reviviendo a Kankuro.
Golpee con fuerza la entré pierna de Naruto, me acerque a la puerta.

En toda mi carrera de medicina había odiado el estúpido sonido que hace la máquina, pip, pip, pip. Era irritante, conseguía una enormes ganas de desconectar esa cosa. Inútil, ¿por qué tenían tan enfadoso artefacto en un lugar donde obliga el silencio? Estaba convencida de que algún día, crearía uno nuevo, pero silencioso.
Hasta hoy, sentía placer y tranquilidad escuchar eso, significaba que Kankuro seguía con vida.
Cuando deje de escuchar ese estúpido pip, pip, el mundo se detuvo.

-No podemos hacer más, yo lo diré.

-Hora de muerte 12:46 am.

MonstruoWhere stories live. Discover now